domingo, 9 de enero de 2011

Parasha Beshalaj

Benei Israel Viajan al Desierto

Después que cientos de miles de Egipcios murieran en la Plaga de la Muerte del Primogénito,’ la conducta del Faraón hacia los Benei Israel cambió radicalmente. No sólo él los despidió con palabras bondadosas, sino que incluso él personalmente los escoltó fuera del país.2 Como una recompensa por su acompañar a los Ben el Israel, la Torá nos ordena a nosotros no rechazar a una tercera generación de conversos egipcios que desee casarse dentro del pueblo Judío (Devarím 22:8)3

Sólo después de que los Benei Israel partieron, el Faraón apreció en toda su extensión su pérdida. El clamó, “¡infortunado soy yo! ¡no debería haberles permitido partir!”

Había una vez un hombre que poseía un huerto, el que deseaba vender. Un comprador interesado pronto vino y le ofreció mil dólares, y un trato fue hecho. El dinero y el huerto cambiaron de manos, y ambas partes estuvieron satisfechas.

“¿Por cuánto vendisteis vos aquella tierra?” la gente inquirió mas tarde.

“Mil dólares,” replicó el ex-propietario.

“¿Estáis loco? Los olivos que crecen allí valen ellos sólos mil, las viñas otros mil, los árboles frutales mil sin mencionar el manantial de agua fresca y el resto de la vegetación. ¡Aquel huerto vale varios miles de dólares!” Cuando escuchó esto, el vendedor comenzó a lamentar su apresurada acción.4

Asimismo, el Faraón inicialmente estuvo contento de despedir a los Benei Israel. Subsecuentemente, sin embargo, sus nobles lo reprocharon, “¿Qué habéis hecho? Había muchos hombres sabios y profesionales entre ellos, y considerad todos los hombres ordinarios, mujeres y niños cuyas asignaciones fueron dejadas incompletas. Por añadidura, ellos nos pidieron oro, plata, y vasijas, de tal modo marchándose con nuestra fortuna íntegra. Los Egipcios que se convirtieron al Judaísmo y partieron con ellos también llevaron consigo su oro, plata, y ganado, y puesto que eran hombres acaudalados la pérdida de recursos nacionales fue considerable.”5

El Faraón entonces lamentó el haber accedido dejar ir a los Benei Israel.

Los Benei Israel partieron de Egipto, los hombres bajo la guía de Moshé y Aharón, mientras las mujeres fueron conducidas por la hermana de Moshé Miriam.6 Hashem no los llevó en una ruta directa a Eretz Israel. Más bien, El los condujo en una trayectoria ondulada a través del desierto, a fin de evitar confrontación con los pelishtím.

Había un número de razones por las cuales Hashem no quería que ellos entraran al territorio de los pelishtím:

Hashem dijo, “Si los pelishtím atacan, aquéllos de entre Benei Israel que están temerosos de batalla querrán retornar a Egipto.”7

Hashem tampoco quería que los Benei Israel atacaran a los pelishtim, ya que aquello violaría el acuerdo entre Abraham y Abimelej (ancestro de los pelishtím) de no dañarse mutuamente por tres generaciones (y los nietos de Abimelej todavía vivían). Era por tanto preferible que los Benei Israel no se acercaran a la tierra de los pelishtim.8

Una razón adicional para evitar la tierra de los pelishtím era exceptuar a los Benei Israel de la visión de los huesos de sus asesinados hermanos de la Tribu de Efraim que estaban esparcidos sobre los caminos filisteos.9

Un amplio número de familias de la Tribu de Efraim había abandonado Egipto treinta años antes del Exodo, calculando mal el tiempo de la redención. (Ellos alegaron que los cuatrocientos años de exilio Egipcio predichos a Abraham en el brit ben habetarim comenzaron al tiempo de aquel convenio mientras en realidad el verdadero comienzo del exilio debía ser computado desde el día del nacimiento de Itzjak.) Ellos escaparon de Egipto mas al arribar en la tierra de los pelishtím fueron atacados por los habitantes, y 300.000 Benei Efraím fueron muertos.10

Un príncipe llegó de un país distante para desposar a su prometida. Cuando la ceremonia matrimonial finalizó, la pareja se preparó para su largo viaje de regreso a la tierra del príncipe. Los recién casados partieron de buen humor, mas mientras viajaban, la joven esposa del príncipe murió repentinamente, y él la sepultó al lado del camino.

Algún tiempo después, le fue propuesto que casara a la hermana menor de su difunta esposa. El consintió y nuevamente viajó al mismo país extranjero para la boda. Cuando el banquete finalizó, el príncipe pensó “Yo no llevaré a mi joven esposa a mi país vía la ruta directa. Si ella advierte la tumba de su hermana en el camino se descorazonará y podría no querer continuar el viaje. Sería preferible tomar una ruta diferente.”

Similarmente, Hashem circunvaló la tierra de los pelishtím por temor de que al advertir los huesos de los hombres de la Tribu de Efraim, los Benei Israel se desalentaran y quisieran retornar a Egipto.11

¿Por qué Hashem no protegió a los Benei Efraim del ataque filisteo? Ellos habían jurado a su ancestro Iosef que no abandonarían Egipto sin llevar sus huesos con ellos. Fueron castigados por Hashem porque violaron su juramento. (Por esta razón Iehoshúa, quien era un miembro de aquella Tribu, rehusó unírse a ellos. El permaneció con Moshé, quien llevó el ataúd de losef a Eretz Israel para su entierro.)12 Por añadidura, los Benei Efraím incurrieron en la pena de muerte por negar las palabras de los Sabios de aquella generación quienes proclamaron que el tiempo de la redención no había llegado aún. Los Benei Efraím insistieron en seguir sus propios cálculos, negando la Tradición Oral. Ellos fueron destruidos para enseñar a todas las generaciones que la existencia de nuestra nación depende de la subordinación a la Torá. shebe’al pe, la Tradición Oral. 13


Hashem liberó a los Ben el Israel de la esclavitud Egipcia para que ellos se volvieran Sus sirvientes. No obstante, su tratamiento con ellos en ningún modo se asemejó a aquél de un amo humano quien emplea a un sirviente. Sería tarea ordinaria del sirviente lavar y vestir a su amo, cargar sus paquetes, y , de noche, sostener una linterna para iluminar el camino para él. Hashem, en Su gran amor por K’lal Israel, no demandó ninguno de estos servicios de ellos.’4 Por el contrario, El les suministró todo tipo concebible de servicio. El los proveyó con siete Nubes de Gloria- cuatro Nubes rodeaban el Campo en todas direcciones y proveían refugio, la Nube sobre ellos servia como una protección como techo del quemante sol del desierto, y una desde abajo alisaba el camino y mataba culebras y escorpiones. La séptima Nube viajaba frente al Campo para guiar el camino. Era reemplazada por un pilar de fuego a la noche para iluminar sus tiendas.15 Durante todos sus viajes en el desierto, los Ben el Israel nunca estuvieron hambrientos ni sedientos pues Hashem les dio pan del Cielo y causó que agua surgiese de un pozo en la tierra, sin importar dónde ellos estuvieran.

Onkelos, el sobrino del emperador romano Adriano, abandonó la corte romana. El viajó a Eretz Israel y se volvió converso al judaísmo. El emperador despachó sus tropas para traer a su sobrino de regreso a Roma. Cuando los soldados arribaron, Onkelos los convenció de con vertirse al judaísmo también. El emperador por tanto envió a una segunda división con instrucciones estrictas de no comprometerse en ninguna conversación con Onkelos. Los soldados lo forzaron a él a retornar con ellos al emperador, pero en el camino él les dijo, “Permitídme sólo mencionar un punto de interés para vosotros. Si un grupo de personas de noble rango viajaran juntas, un barón sostendría una linterna para un duque, un duque iluminaría el camino para un príncipe, y un príncipe para un monarca. ¿Mas alguna vez vosotros escuchásteis de un monarca que encendiera el camino para la totalidad de la población?”

“Nunca,” ellos replicaron.

“Bien, el Di- s de los Judíos iluminó el camino para Su pueblo íntegro durante su estada en el desierto,” explicó Onkelos.

Cuando los soldados escucharon esto, todos ellos se convirtieron en guerím.’16


El Faraón y su Ejército en Persecución de los Benei Israel

Los Benei Israel arribaron a la ciudad de Sucot en las afueras del desierto y luego continuaron su viaje dentro del desierto. Después que ellos hubieron viajado por tres días, Hashem instruyó a Moshé, “Di a los Benei Israel que ellos deben retroceder y dirigirse hacia Egipto nuevamente.”17 Hashem quería despistar al Faraón a pensar que los Judíos habían extraviado su camino para que él y su ejército los persiguieran y finalmente se ahogaran en el Iam Suf. Ellos así recibirían su castigo final midá- kenegued- midá por haber ahogado niños Judíos.18

La orden de viajar de regreso hacia Egipto fue una prueba severa para los Benel Israel. Ellos se habían regocijado ante cada paso que los condujo más lejos de sus anteriores torturadores. Los más débiles desgarraron sus vestimentas en desesperación y tiraron su cabello, pero Moshé los apaciguó, “¡Yo fui asegurado con una promesa Divina que vosotros permaneceréis libres!”19

En conjunto, no obstante, la Generación del Desierto poseía una emuná (fe) inigualada. Antes que discutir con Moshé y decir, “¿Cómo podemos nosotros romper los corazones de nuestros hijos volviendo sobre nuestros pasos y viajando hacía Egipto?” ellos exclamaron, “¡Nuestros deseos personales no son de ninguna importancia comparados a la lealtad a las palabras de Moshé ben Amram!”20

Ellos viajaron de regreso hasta que alcanzaron un lugar llamado Pitóm (el que la Torá llama Pi Hajirot puesto que los Judíos más tarde adquirieron libertad total en este lugar que lindaba el mar donde los Egipcios se ahogaron21) y fueron ordenados por Hashem de acampar en la vecindad del ídolo Baal Tzefón. Este era el único ídolo que sobrevivió a la Muerte del Primogénito durante la cual Hashem destruyó a todos los dioses Egipcios. Hashem preservó al Baal Tzefón a fin de dar a los Egipcios la libertad de elección para atribuir poder superior a aquella deidad.22

El Faraón había enviado espias Egipcios para acompañar a los Benel Israel a fin de asegurarse de que ellos retornarían a Egipto después de tres días como habían prometido. El cuarto día, estos espías advirtieron a los Benei Israel, “¡Hoy vosotros debéis retornar a Egipto!”

“Nosotros estamos libres de la autoridad del Faraón,” respondieron. “Una vez que abandonamos su dominio, nosotros somos libres de actuar como queramos.


“¡Vosotros seréis pronto demostrados no tener razón!” gritaron los espias Egipcios. “¡Vosotros todos seréis forzados a retornar a Egipto !“

Al escuchar estas palabras, los Ben el Israel comenzaron a golpear a los espías Egipcios, algunos de quienes fueron heridos y otros muertos. Los restantes huyeron al Faraón y reportaron que los Ben el Israel habían retornado a Pitóm en vez de viajar más lejos dentro del desierto.23 Cuando oyó las noticias, el Faraón brilló de júbilo.

El convocó a su ejército y explicó a los soldados, “¿Por qué los Judíos deberían acampar en Pitóm, que es peligroso para ellos, antes que continuar su viaje? La respuesta debe ser que ellos no pueden viajar tanto hacia adelante, sabiendo que el océano obstruye su camino, ni escapar a los lados hacia el desierto, porque debe haber bestias al borde del desierto. Yo estoy seguro de que nuestro dios Baal Tzefón ha reunido a las bestias salvajes a fin de obstaculizar su escape.”24

En verdad, Hashem había llevado bestias salvajes a las afueras del Campo de los Ben el Israel, mas el Faraón atribuyó esta acción a su ídolo.25 Hashem también mostró al Faraón una visión del sar (ángel guardián) de Egipto viniendo en su ayuda para destruir a K’lal Israel a fin de reforzarlo aún más en su creencia de que los Ben el Israel les serían restituidos.26

El Faraón apeló a los Egipcios para formar un ejército y perseguir a los Judíos para traerlos de regreso a Egipto. Pero la población Egipcia no consintió al plan del Faraón. Sus pérdidas recientes estaban todavía muy frescas en sus memorias. El Faraón por consiguiente usó toda clase de persuasión y estratagemas para hacerlos acceder.27 “Sabed,” les dijo “que ¡yo no cabalgaré en la retaguardia del ejército como es la costumbre de todos los reyes a fin de protegerse a sí mismos. En esta batalla, cabalgaré a vuestra cabeza!”

“¿Por qué deberíais vos actuar de esta manera inusual?” el pueblo inquirió.

Porque no es contra los Judíos en contra de quien esta guerra está dirigida,” el Faraón replicó. “¡Es contra su Mismo Di-s! ¡Yo por consiguiente conducíré la batalla cabalgando al frente ! “28

El Faraón también trató de ganarse su apoyo prometiendo, “No exígiré la mayoría del botín para mí, como los reyes usualmente hacen. Más bien, dívídíré los despojos igualmente entre todos vosotros. ¡Además, yo os recompensaré a vosotros abriendo mistesoros y distribuyendo oro, plata, perlas, y joyas !“29

El Faraón no permitió a ninguno de sus sirvientes ensillar su carroza. El personalmente lo hizo,30 exclamando, “Esta batalla es contra el Rey de Reyes. Es por lo tanto digna de que yo mismo enjaece la carroza.”

Dijo Hashem, “¡Yo te daré igual honor! Yo no te castigaré a ti por medio de un mensajero, sino Yo Mismo ejecutaré el castigo sobre ti ! “31

El Faraón escogió seiscientas de las mejores carrozas que la tierra de Egipto pudo proveer. Además, asignó otras carrozas y las dotó con capitanes.32

De hecho, fue plan de Hashem que el ejército Egipcio entero persiguiera a los Benei Israel para que ellos todos se ahogaran.33

¿Quién proveyó los caballos necesarios para tirar de sus carrozas? ¿No habian perecido todos los animales de Egipto durante las Plagas de Pestilencia y Granizo? Los animales necesarios fueron donados por aquellos Egipcios “temerosos de Di-s” quienes habían atendido a la advertencia de Moshé antes del Granizo y llevado sus animales a los establos. Ellos ahora se ofrecieron voluntariamente para proveer animales para la persecusión de los Benei Israel, probando que incluso los mejores de los Egipcios eran corruptos y merecedores de castigo.34

El ejército del Faraón viajó rápido. Sólo les tomó a ellos un día cubrir la distancia que los Ben e¡ Israel habían viajado en tres días y los espías del Faraón en un día y medio.35 Hashem quitó todos los obstáculos de su camino para que alcanzaran a los Benei Israel sin demora.36 Mientras viajaban, los Egipcios maldijeron y blasfemaron al Todopoderoso. Los Benei Israel, no obstante, que viajaban frente a ellos, cantaron las alabanzas de Hashem.37

Todos los Egipcios estaban unidos en su deseo de dar alcance a los Ben el Israel. Sus opiniones variaban, sin embargo, sobre cómo tratar a los Judíos, una vez que ellos fueran alcanzados. Algunos Egipcios planeaban robarlos; a otros no les importaba su dinero mas se inclinaban en cambio a asesinar a los Judíos; todavía otros tenían como propósito primero destruirlos y luego tomar sus riquezas. El Faraón mismo planeaba aniquilar al pueblo íntegro, proclamando “¡En el pasado, yo ordené que sólo los bebés Judíos varones fueran muertos, pero ahora nosotros los destruiremos a todos!”38


La Primera de las Diez Pruebas con las Cuales los Benei Israel probaron a Hashem: Demanda ante el Iam Suf

Los Benel Israel alzaron sus ojos y vieron al ejército Egipcio aproximándose, conducidos personalmente por el Faraón. Frente a ellos estaba el mar.39 Mirando a los costados hacia el desierto en la esperanza de escapar allí, advirtieron manadas de bestias salvajes en las afueras del desierto. Estaban rodeados de todos lados.40 Alzando sus ojos al Cielo, los Benel Israel contemplaron una visión de Uzza, el sar (ángel protector) de Egipto, rondando sobre el campo Egipcio. El había sido aparentemente enviado del Cielo para ayudar a los Egipcios.41 La situación de los Ben el Israel parecía perdida.

¿Por qué Hashem causó a los Benei ísrael más aflicción - no habían ellos sufrido suficiente en Egipto?

Mientras cabalgaba a través de la campiña, el rey se sobresaltó por un grito desesperado desde el bosque, “¡Socorro, socorro!” El siguió la voz y pronto descubrió una banda de bandidos quienes habían capturado a una mujer noble.

“¡Salvadme de sus manos, Oh Rey!” gritó la mujer cuando ella tomó conciencia de la presencia del rey. El inmediatamente ordenó a sus tropas libera ría y llevarla a su palacio. El rey encontró su compañía placentera y poco después ofreció desposaría. La ceremonia matrimonial se llevó a cabo, mas una vez que la mujer estuvo casada con el rey, ella era tan diferente que él difícilmente la reconocía como la mujer cuya vida había salvado. Su ánimo era constantemente taciturno y rehusaba incluso conversar con él. El rey deseó que ella fuera amable como lo había sido anteriormente. Por consiguiente convocó a una banda de rufianes y les comandó efectuar un ataque sobre la reina. Tan pronto como ella se imaginó a sí misma en peligro, nuevamente apeló al rey y se volvió a él por ayuda. El estuvo complacido.

“Mi plan logró su propósito,” pensó. “Ella me habla otra vez.”

Similarmente, cuando los Benei Israel habían sufrido bajo el yugo Egipcio, ellos constantemente clamaron a Hashem. Una vez que fueron redimidos, sin embargo, y pudieron respirar libremente, descuidaron algo sus tefilot. Hashem dijo, “Yo deseo oir las plegarias de I’lal Israel ahora también.” El por consiguiente envió al Faraón para darles caza. Tan pronto como los Benei Israel vieron al ejército Egipcio a sus talones y no vieron medios de escape, todos ellos hicieron teshuvá en sus corazones y clamaron a Hashem, suplicándole a El por ayuda.42*

Cuando el Faraón se aproximó al ídolo Baal Tzefón, jubilosamente exclamó, “Yo decidí ahogar a los Judíos. Aparentemente el Baal Tzfón concuerda con mi plan y me asistirá.” El hizo sacrificios y ofreció incienso a su dios.43

En el campo de los Benei Israel, el temor era abrumador.

Datán y Avirám.44 y sus seguidores reprocharon a Moshé, diciendo, “ ¿ Por qué nos habéis sacado vos de Egipto? Nosotros os dijimos ya en Egipto que nos dejárais tranquilos y nos dejarais servir a los Egipcios. Hubiera sido de lejos mejor para nosotros morir durante la Plaga de Oscuridad. Al menos nosotros hubiéramos sido otorgados con un entierro honorable. Mas ahora los Egipcios nos matarán y expondrán nuestros cadáveres al calor del día y a la helada de la noche.”45

Esta queja fue considerada por Hashem como una de las Pruebas con las cuales los Benei Israel lo probaron a El en el desierto.46

Los tzadikím entre el pueblo exclamaron, “Guardemos la voluntad de Hashem pacientemente”.47 Los más débiles se dividieron en cuatro facciones. Cada una abogó por un curso de acción diferente. Los miembros de las Tribus de Reuvén, Shimón, e Isajar estaban en un estado de pánico y decidieron que ellos se arrojarían a sí mismos dentro del mar antes que enfrentar a los Egipcios. Moshé intentó calmarlos y dijo, ‘~¡No temáis; permaneced quietos, y vosotros seréis testigos aún de la salvación de Hashem!” Las Tribus de Zehulún, Biniamin, y Naftalí eran de la opinión que era mejor rendirse y retornar a Egipto. “Vosotros nunca retornaréis a Egipto nuevamente,” Moshé les prometió a ellos. Los miembros de las Tribus de lehudá y Iosef gritaron, “Salgamos para batallar contra los Egipcios,” pero Moshé los corrigió, diciendo, “Hashem peleará por vosotros.” Las Tribus de Dan, Gad, y Asher sugirieron que ellos chocaran contra el campo Egipcio y los confundieran.

“No,” respondió Moshé. “Permaneced aquí y abandonad este plan.

Moshé era un líder tan capaz que con unas pocas palabras él ganó control de cientos de miles de personas.49 El les aseguró a ellos, “Hashem realizará milagros para vosotros mientras vosotros permaneceis silenciosos.”

No obstante, el temor persistía. “¿Cuándo nos salvará Hashem a nosotros?” el pueblo quería saber.

“Aún hoy,” Moshé les dijo.

“Nosotros no podemos soportar la espera”, “ellos dijeron.

Moshé oró, y Hashem abrió los cielos.50 El ruaj hakodesh descansó sobre los Benei Israel,51 y ellos previeron ejércitos y ejércitos de ángeles de su lado. Moshé continuó ora’ndo, mas Hashem le dijo, “Este no es el tiempo apropiado para larga plegaria, porque Mis hijos están en agonía.52 Tú ya no necesitas clamar a Mi porque las tefilot de Mis hijos han precedido ya a las tuyas, y Yo las he aceptado.53 ¡Di a ellos que continúen viajando dentro del océano, y Yo realizaré milagros para ellos! 54

Hashem dijo, “Los Benei Israel son merecedores de que el mar sea partido para ellos porque poseen merítos propios, tanto como de sus antepasados.

Ellos son merecedores porque demostraron su gran emuná (fe) cuando acordaron viajar en dirección de regreso hacia Egipto sin cuestionar, “¿Cómo podemos nosotros romper los corazones de nuestras esposas e hijos viajando de regreso.

Ellos son dignos de milagros porque son una gran y sagrada nación que proclamará en el futuro, “¡Este es mi Di- s, y yo lo glarificaré a El!”

Ellos poseen el mérito de sus antepasados Abraham quien partió leña, listo para sacrificar a su único hijo a Hashem; a cambio, el mar se partirá para ellos.

Yo ya le prometí a su antepasado Iaacov que Yo realizaría este milagro para ellos cuando Yo le dije a él, “Ufaratzta iama ¡ Y vosotros romperéis el mar” (Bereshit 28:14). (En este contexto, las palabras ufaratzta iama denotan, “Vosotros partiréis el mar. “) 55

El mar retrocederá al ver al ataúd de Iosef siendo transportado al frente de los Benei Israel. Al igual que él huyó de la esposa de Potifar, así el mar huirá para sus descendientes.”56

Hashem ordenó a Moshé extender su mano sobre el mar, y un poderoso viento del este comenzó a soplar. Mientras tanto, los Benei Israel continuaron viajando toda la noche, acercándose más y más a la costa del mar. Los Egipcios los siguieron pero nunca alcanzaron el Campamento. Trataron de arrojar flechas y misiles a los Judíos, pero la Nube de Hashem los interceptó todos. Esta era la Nube que usualmente viajaba al frente de los Benel Israel de día. Aquella noche, en lugar de desaparecer en la oscuridad como usualmente hacía, viajó detrás del Campo a fin de absorber todos los misiles Egipcios.57 El ángel de Hashem ahora también viajó tras ellos para protegerlos.58

Además de proteger a los Ben el Israel, la Nube llevó oscuridad sobre el campo Egipcio. La Plaga de Oscuridad en Egipto había durado sólo seis días (no siete, como el resto de las Plagas). Hashem reservó el séptimo día de Oscuridad para esta ocasión.59 Mientras los Egipcios continuaron viajando, en la oscuridad, maldiciendo y arrojando flechas, tuvieron una visión del Campamento Judío iluminado por la Nube de Hashem y de los Ben el Israel comiendo, bebiendo, y alabando a Hashem.60

Cuando los Ben el Israel arribaron a la playa, las poderosas olas rodaron hacia ellos, elevándose frente a ellos. Ellos estaban determinados a viajar más lejos dentro del medio del mar a fin de cumplir la orden de Hashem de continuar su viaje.61

Una pelea se a’esató so¿re quién deberia tener el prívilegio de arrojarse a sí mismo dentro del agua primero. El nasí de la Tribu de Iehudá, Najshón ben Aminadav, saltó dentro de las olas y fue seguido por la Tribu de Biniamin.62 Cuando los miembros de la Tribu de lehudá advirtieron que los Benei Biniamín los habían precedido, ellos comenzaron a arrojar piedras a los Benel Biniamín.63

Cuando el padre se retiró por la noche, él instruyó a su hijo mayor, “¡Despiértame a las siete en punto!” Al hijo menor él dijo, “Asegúrate de despertarme tan pronto como el sol se eleve.” Al amanecer, el hijo menor fue a despertar a su padre, pero el mayor obstruyó el camino, amenazando, “Yo no te dejaré entrar al cuarto; nuestro padre sólo debe ser despertado a las siete en punto.”

“Mas él me mandó a mí despertarlo al amanecer,” protestó el hijo menor. A causa de la conmoción resultante de su pelea, el padre se despertó y dijo, “Yo sé que ustedes dos actuaron por consideración a mí, y los recompensaré a ambos.”

Similarmente, Hashem dijo.” Yo sé que la pelea entre lehudá y Biniamin fue por Mi honor; Yo por consiguiente los recompensaré a ambos.” Biniamín fue recompensado teniendo el Beit Hamikdash construido en su porción, y Iehudá fue recompensado con realeza.64

Keriat Iam Suf ¡ La Partición del Iam Suf

A pesar de que el mar aún no se había partido, los Benei Israel continuaron avanzando dentro de las aguas del mar, luchando contra las poderosas olas. El agua ya alcanzaba sus cuellos.65

Samael intentó persuadir al Angel del Mar de ahogar a los Benei Israel arguyendo con Hashem que los Benei Israel no merecían ser salvados.

“Señor del Universo,” él arguyó, “¿no fueron los Judíos adoradores de ídolos en Egipto? ¿Por qué merecen ellos milagros?” “¡Tonto!” “Hashem le respondió a él. “¿Sirvieron ídolos por su propia voluntad? Su idolatría fue meramente el resultado de la esclavitud y de su confuso estado mental. ¡Tú no puedes juzgar acciones realizadas involuntariamente y bajo amenaza en la misma manera que hechos realizados en un espíritu de rebelión!” El Angel del Mar aceptó esta defensa y dirigió su furia a los Egipcios en vez de a los Judíos, preparándose para ahogar a los Egipcios.66

Moshé extendió su mano hacia las revueltas olas y ordenó al mar, “¡En nombre de Hashem, partios!” pero el mar no obedeció. El no quería cambiar sus fronteras, las cuales habían sido fijadas desde los Seis Días de la Creación. Hashem ordenó a Moshé elevar su bastón y amenazar al mar, al igual que el amo eleva su vara para golpear a un esclavo rebelde. No obstante, las olas continuaron henchiéndose y no se retirarían.

Entonces la shejiná de Hashem apareció sobre el mar, y él se partió.


“Ma lejá ha iam ki tanus / ¿Por qué, mar, tú te retiras ahora?” Moshé le preguntó.

La réplica fue, “¡Milifnei adón julí aretz- Yo me retiré sólo por el Amo del Universo Mismo!”67

El rugido del agua partiéndose fue oído incluso en paises distantes.68 En aquel momento, no sólo el 1am Sul se partió, mas así hicieron las aguas de los lagos y manantiales de todos los países, e incluso el agua en las jarras de las personas,69 de tal modo dando a publicidad el milagro por todo el mundo.70 Las aguas en el mundo retornaron a su estado natural sólo después que el agua del 1am Suf hubo reasumido su curso normal.

Mientras los Benei Israel caminaban en el cauce del mar, ellos advirtieron que el suelo bajo sus pies era fangoso. Hashem quería probar su reacción. Algunos miembros de la Tribu de Reuvén observaron a aquéllos de la de Shimón, “¡Después de haber abandonado el fango de Egipto, nosotros otra vez nos encontramos en el fango!” Hashem consideró estas palabras una rebelión en Su contra y afirmó, “Ellos se rebelaron en contra Mía en el 1am SuJ. Yo no obstante los salvaré para que Mi Nombre sea santificado.” Hashem, en Su misericordia, secó el fango, y el suelo se volvió firme.71

Mientras los Benei Israel estaban caminando a través del mar, el ángel Gabriel permaneció a su lado, protegiéndolos a ellos como una pared. El proclamó al agua a su derecha, “Custodiad a ¡<‘Ial Israel que en el futuro recibirán la Torá de Hashem de Su diestra,” y reprendió al agua a su izquierda, “¡No dañéis a este pueblo que en el futuro colocará tefilín sobre su brazo izquierdo! “72

Diez Milagros en el Iam Suf y Diez Plagas Causadas Allí a los Egipcios

Cuando los Ben el Israel cruzaron el 1am Sul, Hashem realizó diez diferentes milagros para ellos:73

1. El agua se partió.

2. Ella formó una protección como techo sobre sus cabezas.

3. Ella fue partida en doce pasajes individuales, uno por cada Tribu.

4. El suelo estaba perfectamente seco bajo los Ben el Israel.

5. Era como arcilla bajo los pies de los Egipcios. Esto fue una retribución midá - kenegued - midá para castigar a los Egipcios por haber esclavizado a los Benei Israel y hacerlos trabajar a ellos con arcílla.

6. El agua se volvió tan dura como roca (lastimando a los Egipcios que perseguían a los Benei Israel).

7. El agua solidificada formó paredes de mosaicos decorativos.

8. Estas paredes eran transparentes, permitiendo a cada Tribu ver a las otras cruzando (para darles a ellos sensación de seguridad).

9. Si un Judío, mientras cruzaba el 1am Sul, se volvía sediento, él tenía sólo que extender su mano y la pared se derretía, produciendo dulce agua potable.

10. Tan pronto como él había saciado su sed, la pared se volvía una vez más una sólida masa.

El perseguidor ejército Egipcio también entró al cauce del mar. Cuando todos los Egipcios hubieron entrado al cauce del mar, Hashem ordenó a Moshé extender su mano para que el agua fluyera una vez más para ahogar a los Egipcios. Pero el sar de Egipto se arrojó él mismo ante Hashem e imploró, “¡Señor del Universo, Tú creaste el mundo con el Atributo de Misericordia! ¡Perdona a los Egipcios!”

Hashem ordenó que los sarim de todas las naciones formaran un tribunal en el Cielo para decidir silos Egipcios merecían o no ser destruidos. Hashem narró a los ángeles, “Cuando Mis hijos descendieron a Egipto, ellos no tenían el propósito de asentarse allí sino sólo residir en aquel país por un corto tiempo. Entonces el Faraón surgió y los esclavizó. Al principio, él los forzó a convertirse en sus pastores y luego en sus trabajadores de la construcción, luego decretó que sus recién nacidos fueran arrojados al Nílo,¡ y finalmente que las parleras asesinaran a los niños Judíos!”

“Señor del Universo,” el sar de Egipto consintió, “la verdad descansa con Vos y así lo hace la justicia. ¿Mas no podríais Vos salvar a los Benei Israel sin destruir a los Egipcios ?“

El ángel Mijael hizo señas a Gabriel. El voló a Egipto y retornó con un ladrillo. Un niño Judío muerto estaba cementado dentro de él. El Atributo de Justicia entonces se volvió a Hashem, concediendo, “¡Ejecutad juicio sobre los Egipcios porque ellos son culpables!”74

Los Egipcios fueron borrados de existencia por causa de siete crímenes- idolatría, inmoralidad, asesinato, opresión y explotación de sus victimas, profanación del Nombre de Hashem,orgullo,y calumniai.75


El mar que había sido partido para permitir a los Benei Israel pasar sobre tierra seca ahora se derramó de retorno a su cauce.

Los Egipcios fueron afligidos con Diez Plagas junto al mar, al igual que ellos habían sido afligidos con Diez Plagas en Egipto.*

1. Aún cuando a la mañana amaneció, ellos viajaron en la oscuridad puesto que la Nube detrás de los Benei Israel sumergió al campo Egipcio en la oscuridad.

2. La Nube también causó que el suelo bajo sus pies se volviera tan blando como arcílla.76

3. El pilar de fuego que iluminaba el camino para los Benei Israel radiaba intenso calor a los Egipcios, causando que las herraduras de sus caballos cayeran.77

4. El calor también quemó las ruedas de sus carrozas, pero no obstante, las carrozas continuaron moviéndose, arrastradas al medio del mar por fuerza Divina.78

Las Plagas arriba mencionadas son sintetizadas en la Torá con las palabras, “Y El los condujo a ellos (los Egipcios) de una manera inflexible.” (Shemot 14:25) para indicar que el Faraón fue castigado con estas Plagas midá - kenegued - midá por haber endurecido su corazón79 y por haber ordenado que la labor esclavizada de los Benei Israel fuera intensificada.80

5. Desde que las herraduras de sus cabalgaduras habían caído, los Egipcios se tumbaron de sus carrozas y cayeron dentro del fango. Una vez caídos, ellos no pudieron levantarse otra vez.

6. Cuando el agua llegó derramándose sobre los Egipcios, ningún Egipcio pudo huir. Dondequiera que él estuviera, una ola llegaba rodando hacia él.81

7. Hashem sacudió a los Egipcios como alguien que voltea un pote de arriba para abajo, y ellos cayeron dentro del mar. Incluso una vez que se hubieron hundido dentro de las océano, las aguas más bajas los arrojaron de vuelta a las aguas más altas, y las aguas más altas los lanzaron de vuelta dentro de las profundidades.82

8. Algunos de los Egipcios fueron cubiertos por la tierra al fondo del mar.

9. Algunos se hundieron dentro del agua tan rápido como plomo. (Esta fue la rápida y misericordiosa muerte de los mejores Egipcios. Los malvados fueron agitados alrededor en el mar, muriendo una lenta, penosa muerte.)83

10. Finalmente, el mar arrojó los cadáveres de los Egipcios sobre la playa para que los Benei Israel los vieran.84

¿Qué le ocurrió al mismo Faraón? De acuerdo con una opinión, mientras su ejército entero se ahogaba, él permaneció con vida. para atestiguar el júbilo de los Benei Israel. Finalmente, al mismo final, también fue ahogado. De acuerdo con otro criterio, él sobrevivió, para no retornar nunca a Egipto. En lugar de ello, vivió en exilio, proclamando la grandeza de Hashem.85*

¿Por qué los cadáveres de los Egipcios fueron depositados en la playa?

Existieron cuatro razones:

Los Benei israel no estaban convencidos de que los Egipcios habían perecido realmente, pensando, “¡Ellos emergieron del 1am Suf del otro lado!” “Hashem consideró el escepticismo de los Benei Israel una rebelión contra El mas no obstante sacó los cuerpos de los Egipcios para que los Benei Israel los vieran.

Los moribundos Egipcios vieron que los Benei Israel no habían perecido en el Iam Suf.

Los Egipcios flotaron a tierra para que los Benei Israel pudieran tomar sus despojos.

Los Benei Israel pudieron reprender a los muribundos Egipcios por haber sido injustos con ellos.86

Después de experimentar el gran milagro de keriat Iam Suf y al ver a sus torturadores muertos frente a sus ojos, los Benei Israel fueron inspirados con temor de Hashem y emuná en ambos El y Moshé. En el mérito de su emuná, el ruaj hakodesh entoces descansó sobre ellos, pera que ellos todos pudieran caner shirá.87

Shirat Haiam / El Canto de Alabanza en el Iam Suf

Mientras el ejército Egispcio preseguía a los Benei Israel, los ángeles en el Cielo querían cantar shirá a Hashem. El Todopoderoso, sin embargo, no lo permitiría. “Los Benei Isarael en este momento están cruzando el mar con miedo mortal,” El dijo, “¿cómo puedo dejaros cantar?”88. Después que los Bnei Israel hubieron arribado a salvo a la costa, los ángeles una vez más intentaron comenzar su canto de alabanza. Hashem todavía rehusó concederlos permiso. “¿Cómo puedo dejaros cantar,” dijo El, “mientras Mis criaturas se están ahogando? Mi misericordia incluye a todos los seres. Sólo despúes de que Mis hijos degan shirá seréis vosotros permitidos seguir su ejemplo.”89

Los Benei Isarael, por el contrario, fueron concedidos el permiso para decir shirá porque elllos habian realmente esperimentado milagros y estaban obligados a agradecer y alabar a Hashem.90

La shirá en el Iam Suf fue canada primero por Moshé, y repetida por los Benei Israel.91

A pesar de que ella expresa las gracias por la salbación en el Iam Suf, la mayoría de sus alabanzas se regieren al futuro, a la gran y final salvación que nosotros experimentaremos en el tiempo del Mashíaj.92

Ya cantaré a Hashem pues El está elevado por sobre los orgullosos, y toda exaltación es solamente Suya.93

Los Egipcios se vanagloriaban ellos mismos de su majestuoso ejército. Ellos llevaron siecientas de sus más selectas carrozas al Iam Suf. Hashem humilla a una nación con el mismo objeto de su vanidad. El por consiguiente arrojó al ejército del Faraón dentro del Iam Suf, para demostrar que toda grandeza le pertenece a El solamente.94

El alzó al caballo y a su jinete, y luego los lanzó a ambos juntos95 dentro del mar.


Además, esta frase implica, ‘E1 engañó al caballo y a su jinete.” Hashem atrajo a los caballos Egipcios al 1am Suf con engaño, presentándose a los caballos machos del Faraón en la apariencia de un jinete montado sobre una yegua.96

La connotación más profunda es: El Todopoderoso subyugó al caballo, significando la población Egipcia y también a su jinete. Esto se refiere al sar de Egipto que rondaba sobre el ejército Egipcio para protegerlo.97

Esta frase también alude a los hijos de Bilám que mediante sus artes mágicas volaron en el aire sobre el 1am Suf, esperando salvarse ellos mismos. Hashem, no obstante, ordenó a las olas agítarse y envolverlos.98

/ La fortaleza y venganza de Di-s han venido en mi ayuda.99

/ Este es mi Di-s y yo Lo ensalzaré a El.

¡<‘Ial Israel proclaman la gloria de Dí-s a las naciones. Cuando ellos son interrogados por las naciones, “¿En qué forma es vuestro Celestial Amigo tan especial que vosotros aceptáis ser torturados y muertos por consideración a El? ¡Abandonadlo y convertios en uno de nosotros!” ellos les describen la grandeza de Hashem.AI escucharla los gentiles desean unirse al pueblo Judío también. A ellos se les dice, sin embargo, que Hashem ama sólo a K‘Ial Israel.’00

El término también significa, “Yo lo embelleceré a El,” cumpliendo Sus mítzvot de la más hermosa manera –embelleciendo la sucá, adquiriendo un primoroso etrog, finos tefílín y mezuzot, etc.101 *


Las palabras, “Este es mi Di-s, y yo Lo ensalzaré a El,” tuvieron especial significado cuando fueron proclamadas por los niños que habían sido sustentados milagrosamente por la shejiná de Hashem en los campos de Egipto. Sus madres habían dado a luz en secreto y por lo tanto debieron abandonarlos en los campos. La shejiná de Hashem nutrió y cuidó de los indefensos infantes. Después de crecer, ellos retornaron a sus hogares y fueron interrogados por sus padres acerca de cómo habían sobrevivido. Ellos entonces les describieron un maravilloso Señor que había atendido a toda su necesidad. En el 1am Suf, lo reconocieron a El y lo alabaron, exclamando, “¡Este es mi Di-s!”102

En el Iam Suf, incluso los embriones aún en el seno materno se unieron en las alabanzas de Hashemi103 Los embriones estaban especialmente comprometidos al Todopoderoso ya que fue sólo por un milagro especial que ninguna de las mujeres embarazadas abortó del shock de ver al ejército del Faraón aproximándose.104

La exclamación, “Este es mi Di-s,” se debió a la experimentación de los Benei Israel de una real percepción de la shejiná. La claridad de su visión profética en el 1am Suf, e incluso aquélla de las mujeres y criadas, sobrepasó aquélla de los posteriores profetas Ieshaíahu, Irmíahu, e Iejezkel.105

/ El Di-s de mi padre y yo lo exaltare a El.

Si un hombre contrae matrimonio, él algunas veces se averguenza de su mujer, o puede sentir vergúenza del origen de la familia de ella o de algunos de sus parientes. ¡<‘lal Israel, sin embargo, proclaman, “No sólo soy yo la querida de Hashem, sino mis ancestros también. Yo misma soy una reina e hija de reyes pura, descendiente de puros ancestros, santa, descendiente de santos padres. “106

/ Aún cuando Hashem se presenta como un guerrero, destruyendo a los malvados en el 1am Suf, Su Nombre (no obstante) es Hashem (Dí-s de Misericordia), porque El simultáneamente alimenta y sustenta al resto del mundo con cariñosa bondad.107

¡ El arrojó las carrozas del Faraón y su ejército al mar.

Hashem ahora les pagó a ellos a cambio midá-kenegued-midá por haber ahogado los bebés Judíos.’08

/ Y sus oficiales escogidos son ahogados en el Iam Suf.

Puesto que los Egipcios esclavizaron a los Judíos con ladrillos y mezcla, el agua asumió para ellos una consistencia fangosa como aquélla de la mezcla, y se hundieron al fondo en ella.’09

¡ Las aguas de las profundidades se combinaron con las aguas de arriba del cielo, y juntas ellas batallaron contra los Egipcios y los cubrieron.’10

/ Ellos (los Egipcios) se hundieron en dos profundidades, ellos no sólo cayeron en el 1am Suf, sino que Hashem también condujo el agua del Gran Océano al interior del 1am Suf de forma tal que su agonia y sufrimiento fueran incrementados sin medida.111

/ como una piedra.

Esto se refiere al promedio de los Egipcios que se hundieron en el mar con la velocidad de una piedra que es una velocidad medía. (Los peores de entre ellos, no obstante, murieron sólo luego de haber sido agitados aquí y allá por las olas como rastrojos por un prolongado período. Los mejores de los Egipcios se hundieron en el fondo tan rápido como plomo, muriendo una muerte rápida.)112

Hundirse como piedras fue una retribución midá-kenegued-midá por haber endurecido sus corazones como piedra.’13

¡ Tu diestra, Hashem, es gloriosa en poder (para proteger a los tzadíkím ), Tu diestra, Hashem, destroza al enemigo.

Cuando las aguas del Iam Suf retornaron para anegar a los Egipcios, no todos los Benei Israel habían alcanzado la costa. Hashem, para decirlo de alguna manera, extendió hacia adelante Su diestra y alzó sobre la costa a aquéllos que caminaban más despacio, los débiles y los cojos de los Benei Israel, las mujeres embarazadas y amamantando. Al mismo momento, El arrojó a los Egipcios dentro del mar con Su otra mano. Ambas manos de Hashem son descriptas como “diestras” ya que las acciones que El realizó con ambas de ellas fueron misericordiosas para K‘Ial Israel.114


Al tiempo que las tropas enemigas se aproximaron, el padre alzó a su pequeño hijo con un brazo mientras extendió el otro para repeler al atacante. El niño pequeño exclamó, “¡Yo espero que ninguno de tus dos brazos se debilite!”

De tal modo K‘lal Israel alabó ambos brazos de Hashem, uno de los cuales los protegió mientras el otro castigó a los Egipcios a fin de liberarlos de sus opresores para siempre. 115

¡ Y en la grandeza de Tu majestad Tú destruirás a Tus adversarios.

Los adversarios de Hashem son los enemigos del pueblo Judío, tales como Amrafel, Abimelej, y el Faraón a quienes Hashem destruyó. La principal salvación, no obstante, acaecerá en el futuro en la era del Mashiaj.116

¡ Tú despacharás Tu furia que los consumirá como paja.

Los más malvados de los Egipcios fueron agitados aquí y allá por el agua como paja antes de hundírse finalmente. 117

Sus gritos se asemejaron al sonido crepitante de la paja siendo consumida por fuego.’18

El principal castigo de los reshaím, no obstante, tendrá lugar en el futuro.

En el futuro, Hashem reinstalará en sus anteriores posiciones a todos los reyes y líderes que oprimieron a Benei Israel- Adriano, Nebujadnetzar, Sanjerib, y todos los enemigos del pueblo Judío después de ellos- y subsecuentemente El tomará revancha sobre ellos en público.119

¡ Y a un mero soplo de Tu nariz las aguas formaron sólidas paredes. 120

El término también connota, “El agua engañó a los Egipcios; ella astutamente los indujo a entrar al mar, donde infligió sobre ellos toda clase de sufrimientos. Esta fue una retribución midá­kenegued- midá por haber astutamente inducido a los Benei Israel a la labor esclavizada.121

¡ Ellos (los Egipcios) quedaron petrificados como paredes. 122

Al mismo tiempo, los Benei Israel comieron y bebieron dado que ellos recibían fresca agua potable si se volvían sedientos mientras cruzaban el 1am Sul. Además, el mar emitió un mal olor para los Egipcios que se desmayaron de él, en tanto que los Benei Israel que estaban cruzando inhalaron una placentera fragancia.123*

¡ Las profundidades en el corazón del mar se congelaron.

El agua se congeló, formando rocas, luego arrojó a los Egipcios enérgicamente contra las duras rocas de forma tal que ellos sufrieron inmensamente.124 Las profundidades del mar en este pasuk son descriptas como “el corazón del mar” para enseñarnos a nosotros que Hashem concedió al mar un corazón, lo que significa, un entendimiento acerca de cómo combatir contra los Egipcios.125

(Inspirados por ruaj hakodesh, los Beneí Israel supieron que) el enemigo (Faraón) había dicho, “Yo los perseguiré, los alcanzare (a ellos ), y repartire el botín. El dijo a los Egipcios, “Mientras en el pasado en Egipto yo no os permití robar su propiedad, nosotros tomaremos ahora todo lo que es suyo. 126

/ Yo desenvainare mi espada, y mi mano los empobrecerá.

El Faraón anunció a sus soldados, “Mientras que yo no os permití saquear sus posesiones en Egipto, vosotros seréis consentidos ahora a empobrecerlos.”127

Un enemigo de la familia real se escondía detrás del palacio. El juró, “Si sólo el príncipe cayera en mis manos, yo lo apuñalaría, lo colgaría, lo quemaría - yo pensaría un gran número de formas con las cuales infligir una muerte cruel sobre él.” Pero su discurso traidor fue oído casualmente por ¡os soldados del rey. Ellos lo apresaron y reportaron sus maquinaciones malvadas al emperador. “¡Vos seréis castigado por cada una de vuestras intenciones malvadas!” el rey le dijo.


De tal modo Hashem respondió a cada una de las maquinaciones del Faraón destinadas contra los Benei Israel causándole a él el castigo correspondiente.128

/ Tú soplaste con Tu viento: el mar los cubrió.

El ruaj hakodesh respondió al Faraón risueñamente que por un mero viento de Hashem, todos sus planes serían frustrados.129

/ Ellos se hundieron como plomo en las poderosas aguas.

Los mejores de los Egipcios se ahogaron rápidamente, hundiéndose como plomo que cae verticalmente al fondo del mar por su gran pesadez.130

Las aguas en esta frase son descriptas como “aguas poderosas para enfatizar que los Egipcios, que estaban orgullosos de su poder, fueron castigados por Hashem que es verdaderamente poderoso. Esto fue alcanzado ahogándolos en aguas poderosas ya que ellos esclavizaron a K’lal Israel que son calificados una poderosa nación.131

/ ¡¿Quién es como Tú, Oh Hashem, entre los poderosos?!

Estas palabras fueron exclamadas no sólo por los Benei Israel sino también por las otras naciones que censuraron a sus ídolos luego de presenciar los milagros Divinos y la ruina del ejército Egipcio.132 Incluso el Faraón mismo exclamó, “¡¿Quién es como Tú, Oh Hashem, entre los poderosos?!” El de este modo hizo teshuvá por su anterior afirmación en la que negaba conocimiento de Hashemi.133

/ ¿Quién es como Tú, glorioso en santidad?

La santidad de Hashem es tal que El puede realizar maravillas que están más allá de la comprensión humana. Por ejemplo, Hashem puede escuchar a las tefilot de varias personas simultáneamente y puede pronunciar un número de sentencias al mismo tiempo (como El hizo cuando pronunció los Diez Mandamientos de una vez). 134

/ Tus alabanzas (son enumeradas sólo) con temor, pues Tú eres tan grandioso que nosotros tememos que nuestras alabanzas menosprecien Tu verdadera grandeza.135

/ haciendo maravillas

Las maravillas que Hashem realizará en el tiempo del Mashíaj seran de lejos más grandiosas que aquéllas de ietziat Mitzraim. (éxodo de Egipto)136

/ Cuando Tú extendiste Tu diestra, la tierra los tragó.

El Iam Suf no deseaba retener los cadáveres de los Egipcios. Por tanto los arrojó de vuelta sobre la tierra. Pero la tierra tuvo miedo de que pudiera ser castigada por Hashem si concedía sepultura a los Egipcios. El Todopoderoso entonces juró no castigar al suelo por cubrir los cuerpos Egipcios. Las palabras precitadas de la shirá se refieren a aquel episodio. Los Benei Israel cantaron, “Cuando Tú extendiste Tu diestra, tomando juramento de que la tierra no sufriría por consiguiente, ella tragó y cubrió a los Egipcios.”137

Los Egipcios merecieron el honor de ser sepultados como recompensa por haber confesado, “Hashem es justo,” (Shemot 9:27). Ellos fueron ahora recompensados midá- kenegued- midá por haber tomado parte en el funeral de laacov acompañando su ataúd en el tiempo cuando Iosef y las Tribus lo enterraron.138

¡ En Tu Bondad, guiaste a este pueblo que Tú redimiste.

A pesar de que los Benei Israel en el tiempo del Exodo no eran dignos de los grandes y revelados milagros que Hashem realizó para ellos, El los condujo con su Atributo de jesed (Bondad).139

/ Tú los has conducido en el mérito de la Torá y en el mérito de Tu sagrada morada (el Beit Hamikdash). 140

Hashem sacó a los Benei Israel fuera de Egipto en el mérito de la Torá que ellos aceptarían más tarde. La palabra “oz” se refiere a la Torá la cual es llamada oz (Tehilim 29:11). El también los redimió en el mérito de la futura construcción del Beit Hamikdash. 141

/ Las naciones escucharon (sobre la destrucción del ejército del Faraón en el Iam Suf y la consecuente disolución del imperio Egipcio) y temblaron. 142


/ Los habitantes de Peleshet fueron presa del miedo (los países filisteos).

Los pelishtím tenían miedo de aproximarse a Benei Israel puesto que ellos habían asesinado a los Benei Efraím y temían que los Judíos vengaran ahora la matanza de sus hermanos.143

/ Entonces los caudillos de Edom se sintieron aterrorizados.

Los Edomim se preocuparon de que los Benei Israel tomaran venganza ahora sobre ellos por el odio de Esav hacia Iaacov. 144

/ Los poderosos de Moab fueron presa del pánico.

El pueblo de Moab tembló, temiendo que el Pueblo Judío quisiera castigarlos ahora por la disputa entre los pastores de sus antepasados Lot y Abraham.145

/ Todos los habitantes de Canaán se derritieron de temor.

Los habitantes de Caanán estaban tan atemorizados de la aproximación de los Benei Israel que sus corazones se derritieron cual agua. Ellos dijeron, “Las otras naciones sólo tienen miedo de ser robadas de su dinero y propiedad, mas nosotros tenemos más para temer; Moshé recibió un mandamiento de destruirnos totalmente y no permitir a una sola alma permanecer viva.”

Esta predicción, que los habitantes de Caanán se derretirían de temor a los Benei Israel fue literalmente cumplida, como es probado por la historia. 146

Antes de entrar a Eretz Israel. Iehoshúa envió dos espias, Kalev y Pinjás, a la ciudad de lerijó. Era su misión investigar los sentimientos de la población de Canaán acerca del ejército Judío que se aproximaba. Pinjás y Kalev se alojaron en la casa de una mujer llamada Rajav, y ella les reportó, “Nosotros hemos oido cómo Hashem secó las aguas del Iam Suf para vosotros cuando salisteis de Egipto y cómo destruisteis a dos reyes Emoritas.Tan pronto como oímos estas noticias, nuestros corazones se derritieron y ninguno de nosotros tuvo el coraje de resistíros.”

/ Miedo y terror caerán sobre ellos. Al] escuchar del gran milagro de la partición del Iam SuJ, las naciones cercanas a Egipto fueron afligidas por el horror y aquéllas en países distantes con miedo. 148 El más intenso horror y miedo, sin embargo, está reservado para las naciones en la era del Mashiaj.149

/ Por la gran fuerza de Tu brazo, ellos quedarán quietos como piedra.

Mientras los Benei Israel cruzaban el Iam SuJ, Amalek reunió a todas las naciones, considerando a ésta una buena oportunidad para un ataque. Moshé imploró al Todopoderoso salvarlos a ellos y El causo que todas las naciones quedaran quietas como piedra, incapaces de dañar a los Benei Israel. Ellos por tanto agradecieron y alabaron a Hashem, diciendo, “Con la gran fuerza de Tu brazo, las naciones quedaron quietas como piedra. “150

Más aún, este pasuk contenia una profecía concerniente al tiempo cuando los espías Judíos enviados por Moshé entrarían a Eretz Israel. Todo canaanita que intentó revelar sus identidades y pronunciar las palabras, “Estos son los espías de los Benei Israel,” se encontró él mismo silenciado cual una piedra.151

La frase precedente también alude al tiempo cuando todos los reyes se reunirían para destruir a los Benei Israel en los días de lehoshúa. lehoshúa entonces oró, y Hashem los envió a ellos todos a su mano. En aquel tiempo, se volvieron tan impotentes como rocas (Iehoshúa 11).152

Este pasuk, como los precedentes, fue dicho en tiempo futuro para indicar que la caída final de las naciones tendrá lugar sólo en el tiempo del Mashíaj.153

/ Hasta que Tu pueblo pase, Oh Hashem, hasta que esta nación que Tú adquiriste pase.

Estas palabras son una profecía de que Hashem protegería a los Benei Israel hasta que arribaran a salvo en Eretz israel. El los cuidaría mientras ellos cruzaran dos ríos, el Arnón y el larden (Jordán). La doble expresión de “hasta que este pueblo pase” se refiere a su pasar sobre los dos ríos mencionados para entrar a Eretz Israel.154

Todos los restantes pesukim de la shirá que siguen aluden a la historia futura de H’lal Israel. 155 Los Benei Israel los recitaron con ruaj hakodesh, ignorantes de su total implicancia.

/ Tú los traerás y los plantarás en el monte de Tu heredad (la montaña del Beit Hamikdash).

Nuestros ancestros sin saberlo profetizaron que ellos no entrarían a la Tierra, sino sus hijos arribarían allí en su lugar. Ellos dijeron, “Tú los traerás,” y no, “Tú nos traerás a nosotros.”

Al mismo tiempo, también se refirieron al periodo del Mashíaj cuando el pueblo Judío será por siempre arraigado en Eretz Israel, para no ser exiliado nunca más.157

/ Al palacio, Oh Hashem, que Tú has hecho para morada,

/ Al Santuario que Tus manos establecieron.

Los Benel Israel profetizaron que Hashem los llevaría al Beit Hamíkdash el que seria construido con Sus propias manos. Esto se refiere al tercer y final Beit Hamikdash. 158

R. Eliezer fue interrogado con tres preguntas por un filósofo gentil. Una de ellas era, “Vosotros alegáis que un tercer Beit Hamikdash será construido para vosotros en el futuro. No obstante, vuestra Torá no menciona más que dos Batei Mikdash. ¡Anciano, anciano, no intentes contestarme, porque yo no os escucharé ni aceptaré vuestra réplica!”

Con una mirada colérica, R. Eliezer convirtió al gentil en un esqueleto. Cuando la furia de R. Eliezer se hubo abatido, él alzó sus ojos hacia el Cielo, lloró, y exclamó, “¡Hashem, nuestro Señor, cuán poderoso es Tu Nombre en el mundo entero, y cuán querida es cada palabra en Tu Torá! No existe la más mínima materia en el mundo que no pueda ser encontrada en la Torá que Tú dictaste. Yo una vez formulé la misma pregunta al profeta Eliahu. El me reveló que este tema había sido debatido en la Ieshivá Celestial y explicó como sigue:

Cuando Hashem redimió a los Beneí Israel de Egipto, Su plan original era elevarlos a ellos en su propia Tierra al más alto esta tus posible. El se presentaría a ellos con un Beit Hamikdash que descendería del Cielo. El deseaba arraigar a los Judíos en su Tierra para siempre, y allí alcanzarían un nivel excelso de kedushá (santidad) , similar a aquél de Sus huestes en el Cielo. Pero cuando ellos pecaron en el desierto, la vieja generación murió y sus hijos entraron a la Tierra en su lugar. El Beit Hamikdash, en consecuencia, no fue construido por Hashem Mismo, sino él fue construido por humanos. Por lo tanto él no perduró, sino fue más tarde destruido. El Rey David sabía que este edificio no podría existir eternamente ya que había sido construido por seres humanos, y por consiguiente afirmó, Tuesto que Hashem (personalmente) no construyó La Casa (el Beít Hamíkdash), sus constructores se esforzaron en vano’ (Tehílím 127:1).

El Beit Hamikdash mencionado en la shirá, aquél hecho por las Propias Manos de Hashem, no ha venido aún al mundo. Nosotros estamos aún esperando el cumplimiento de esta profecía en el futuro. David dijo, (Tehilím 147:2) (En el futuro) Hashem (El Mismo) construirá Ierushalaim”- u ella no será destruida otra vez.159

/ Hashem reinará por siempre jamás.

En la era del Mashíaj, el reinado pertenecerá a Hashern para siempre. 160

El siguiente, último pasuk de la shirá resume la razón para su composición:

/ Porque el caballo del Faraón con sus carrozas y con sus jinetes entraron en el mar, y Hashem hizo volver sobre ellos las aguas del mar luego que los Benei Israel hubieron cruzado sobre tierra seca en el medio del mar.

El caballo del Faraón y las carrozas de su ejército fueron ahogados en el Iam Suf contra su voluntad.153

Puesto que, de acuerdo con la ley de la Torá, no es permisible para hombres y mujeres cantar juntos en un coro, las mujeres no cantaron shirá junto con los hombres mas ellas cantaron para si mismas en lugar de ello.154

Miriam tomó platillos en su mano y cantó la shirá a las mujeres, quienes la repitieron. Esto fue hecho en la misma manera en la cual Moshé y los hombres la habían recitado.155 Todas las mujeres tamborearon y danzaron. Los ángeles en el Cielo se quejaron a Hashem, “¡No sólo los hombres dijeron shirá antes que nosotros, mas incluso las mujeres están por precedernos!”


Miriam, que supo proféticamente de la queja de los ángeles en el Cielo, les concedió permiso para decir shirá al mismo tiempo que las mujeres. 156

Los Benei Israel Están Renuentes a Abandonar las Costas del Iam Suf

La riqueza amasada por los Benei Israel en el Iam Suf fue aún más grande que los despojos que ellos habían transportado fuera de Egipto. Día tras día, caballos Egipcios y carrozas flotaban hacia la costa, adornados con perlas y joyas que los Judíos recolectaban. Ellos se hicieron ricos fácilmente, y por consiguiente no quisieron abandonar el Iam Suf. 157

Algunos de este modo fueron detenidos por la riqueza material, mas los más grandes tenían una razón espiritual para su renuencia a moverse de la costa del Iam Suf. Ellos habían experimentado allí una clara revelación maravillosa de la shejiná cuando cantaban la shirá. Sus mentes aún se deleitaban en aquel indescriptible placer de sentir cercanía a Hashem, y fueron poseídos por un profundo anhelo de prever la shejiná nuevamente. Por consiguiente se rehusaron a abandonar el Iam Suf.158

Moshe oró a Hashem. “¡ A causa de su gran deseo de verte a Ti una vez mas, Tus hijos no viajarán alejándose del Iam Suf!”

Hashem entonces quitó a Su shejiná del Iam Suf y ella descendió a un lugar en el distante desierto. Cuando los Benei Israel comprendieron que viajando al interior del desierto ellos percibirían a la shejiná nuevamente, siguieron a Moshé allí. La Torá llama al desierto donde ellos ahora viajaban el desierto de Shur” puesto que sólo siguieron a Moshé allí a causa de su gran anhelo de percibir la shejiná una vez más. (Shur significa “percibir “)159

Los Benei Israel se Quejan por la de falta de Agua­Una de las Diez Pruebas en el Desierto

Los Benei Israel viajaron en el desierto por tres días. Durante este tiempo descuidaron su estudio de Torá,* y Hashem no estuvo satisfecho con ellos. El por lo tanto los sometió a una prueba.160 Ellos hallaron que toda el agua en sus vasijas faltaba y que la provisión de fresca agua potable había desaparecido.161 Después de tres días de viaje arribaron a un paraje llamado Mará, donde había un manantial, pero Hashem había hecho a su agua amarga y no potable.

Nosotros podemos imaginarnos bien la situación de una nación de millones, marchando con sus mujeres y niños pequeños en el desierto, que no habían podido extinguir su sed por tres días. Finalmente ellos encuentran una fuente de agua, pero no pueden beber de ella. La severidad de la prueba desafía descripción.162 No obstante, la mayoría de los Benei Israel no perdió su emuná. Sólo los más bajos de entre ellos y los erev ray se quejaron a Moshé,163

“¿Qué beberemos ?“ **

Hashem consideró su queja una de las Diez Pruebas con las que los Judíos lo probaron a El en el desierto. 164 A pesar de que su solicitud de agua estaba justificada, ellos fueron censurados por Hashem por dirigírse a Moshé de una manera quejosa, antes que cortésmente.165 Su falta se debía a una falta de estudio de Torá, que influenció negativamente sus caracteres.166

Los profetas por consiguiente instituyeron que la Torá debería ser leída públicamente en el Beit Hakneset todos los Lunes y Jueves,de forma tal que ningún Judío estaría más de tres días sin escuchar palabras de Torá.167

Moshé clamó a Hashem. En respuesta, El mostró a Moshé una clase de madera amarga la cual, cuando arrojada dentro del agua, milagrosamente la convertía en dulce agua potable. El Todopoderoso así demostró que por medio de Su palabra una sustancía amarga puede tornarse dulce.

Mientras los Judíos acamparon en Mará, Hashem instruyó a Moshé en diez mitzvot las cuales él iba a enseñar a los Benei Israel. Su estudio rectificaría la situación previa, cuando un aflojamiento del estudio de Torá causó la conducta irrespetuosa del pueblo hacia Moshé.168 Moshé debía instruirlos en las Siete Leyes de Noaj, y además en algunas de las halajot de

Shabat

honrar a los padres

los mishpatím / leyes civiles Divinas (explicadas en la parshát Mishpatím). 169

Hashem luego advirtió a los Benei Israel, “Si vosotros observáis estas mitzvot, seréis merecedores de muchas más mitzvot. 170 Si mejoráis vuestras maneras y cumplís la Torá y sus mitzvot, seréis exceptuados de toda enfermedad.”171

Los Benei Israel continuaron su viaje. Al arribar en Elim encontraron que Hashem había preparado para ellos doce manantiales de agua, uno para cada una de las Doce Tribus, y setenta palmeras datileras, bajo las cuales los Setenta Ancianos podían descansar.172 A pesar de que manantiales como estos usualmente sólo suministraban agua suficiente para las palmeras datileras, una vez que los Benei Israel arribaron ellos milagrosamente proveyeron agua suficiente para la nación entera-600.000 hombres con sus esposas e hijos. Hubo incluso una tremenda superabundancia de agua potable.173

Ellos arribaron en Elím el quince de Iyar, un mes después de su partida de Egipto. Acamparon junto al agua y estudiaron las mitzvot que habían sido enseñados en Mará.174

La Demanda por Pan y Carne

Las matzot, horneadas de la masa que los Benei Israel habían sacado de Egipto, milagrosamente alcanzaron por treíntaíún días.175 Después de ello, el pueblo se encontró a sí mismo en el estéril desierto sin sustento.

Los Benei Israel se quejaron a Moshé, “Hubiera sido mejor para nosotros perecer durante los días de Oscuridad en Egipto.176 Ahora nos encaramos a la muerte por hambre, la cual es la más dolorosa manera de morir.177 A pesar de que en Egipto no comimos carne (porque los Egipcios nos forzaban a cazar animales y cocinarlos, y luego nos hacían observarlos devorar los sabrosos platos mientras no recibíamos nada para nosotros), al menos éramos dados suficiente pan para saciar nuestros apetitos.178 ¡Pero ahora vos habéis traído a esta completa congregación al desierto para matarnos de hambre!”

Puesto que su referencia a las ollas de carne de Egipto hablaban de un deseo real de carne; Hashem estaba enojado. El consideró esta demanda una prueba de Su poder. Esta es una de las Diez Pruebas con las que los Benei Israel lo probaron a El en el desierto.179

Hashem reveló a Moshé y Aharón que El haría llover pan del Cielo. Por medio de este Pan Celestial El los probaría a ellos diariamente - para ver si cumplían las mitzvot de Hashem. Si fallaban, no caería más pan al día siguiente.180 En Erev (víspera de) Shabat, serían re queridos recolectar una porción doble en honor del Shabat.

Moshé y Aharón transmitieron el mensaje de Hashem a K’IaI Israel.

Hashem ha escuchado vuestras quejas,” ellos dijeron. “¿Quiénes somos nosotros para que vosotros os quejéis en nuestra contra? Vuestras quejas no están dirigidas contra nosotros, sino realmente contra Hashem. El concederá vuestro pedido de pan, que es una necesidad básica. Vosotros no debíais haber pedido carne, sin embargo; pues sacásteis ganado fuera de Egipto, poseéis carne suficiente para vuestras necesidades.’81 No obstante, Hashem también os proveerá de carne, no sea que vosotros penséis que El es incapaz de suministrarla 182 Pero como un signo de Su desagrado la recibiréis al anochecer, cuando no tendréis mucho tiempo para prepararla.” 183

Moshé pidió a Aharón que reuniera a todos los Benei Israel en el lugar donde Hashem se presentaría. La Nube de Gloría de Hashem descendió, y El anunció a Moshé, “Yo he escuchado las quejas de los Beneí Israel. A pesar de que ellos refunfuñaron, son Mis hijos, descendientes de Mis queridos, Abraham, Itzjak y Iaacov.184 Díles a ellos, “¡Al anochecer comeréis carne, y en la mañana sereis saciados con pan, y sabréis que Yo soy Hashem, Vuestro Di-s!”

Las Codornices y el Pan Celestial, Man

Al anochecer un viento sopló y trajo con él codornices, que son un tipo de pájaro regordete. 185 Había tantas de ellas que cubrieron el Campo.

A la mañana cuando los Ben el Israel se levantaron, encontraron que Hashem había preparado su pan de la manera más maravillosa:

Mientras ellos dormían, un viento norte había barrido el suelo del desierto limpiando de suciedad y polvo. Luego una lluvia cayó para lavar el suelo. Subsecuentemente, rocío bajó del Cielo y cubrió el suelo, convírtiéndola en una enorme mesa brillante. El Pan Celestial descendió, caliente y listo para comer, sobre aquella capa de rocío. Estaba cubierto arriba por una segunda capa de rocío para protegerlo de tal modo que él permaneciera puro e inmaculado de insectos.186 El Pan Celestial lucía redondo y blanco y sabia dulce y delicioso. También tenía un aroma encantador.187 El rodeaba el Campamento, alcanzando una altura de sesenta amot (aprox. 30m.).188

Cuando los Benei Israel advirtieron el nuevo alimento en la mañana, ellos se preguntaron unos a otros, “¿Man hu, qué es eso?” De allí su nombre - man.189

De hecho, Hashem había preparado este alimento milagroso para los Benei Israel ya en el Ereu Shabat de los Seis Días de la Creación. 190

Era una alimentación espiritual antes que una comida física siendo totalmente absorbido por el cuerpo sin desperdicio.’91 Su sabor natural era aquél de la leche cuando tomada por bebés, mas él asumía el sabor del pan para las personas jóvenes, y el de miel para personas más ancianas.192 Más aún, el man podía asumir cualquier sabor que una persona deseara. Si, cuando comía el man, alguien pensaba. Yo desearía poder comer poíío asado,” el man en su boca inmediatamente sabia a poíío asado. 193

Todo jefe de familia fue instruido de recoger un omer de man por miembro de la familia cada día. Sin embargo, sin importar la cantidad real que él hubiera recogido, invariablemente hallaba que su cantidad era exactamente un omer cuando la media más tarde. 194

No obstante que el man estaba listo para comer para los tzadikím y no había necesidad de triturarlo u hornearía, los más bajos de entre ellos debían hornearía, y los reshaím tenían que molerlo primero y hornearía luego para obtener un alimento comestible.195*


Los Benei Israel se preguntaban qué sucedería a la enorme cantidad de man que aún cubría el suelo luego de que ellos hubieron recogido su ración diaria. Cuando el calor del sol se intensificó, el man sobrante se derritió, fluyendo para desembocar en el Mar Mediterráneo. Los erev rav no eran lo suficientemente grandes para recibir porciones individuales del man. En lugar de ello, participaron de los sobrantes derretidos por el sol. Esto evocó su celo de los Benei Israel y más tarde hizo que se convirtieran en los instigadores de la creación del Becerro de Oro. 196

Los arroyos de man derretido eran frecuentados por ciervos y carneros los cuales bebían de ellos. Cuando estos animales fueron posteriormente cazados por las naciones gentiles, ellas hallaron que la carne poseía un sabor maravilloso, reflejando el gusto del man. 197

Esto indica que las naciones sólo se benefician del resplandor Celestial de una manera indirecta, por medio de K’lal Israel.198

Datán y Avirám Hacen Caso Omiso de la Advertencia de Moshé

Moshé advirtió a los Ben el Israel, “¡El man caerá diariamente. No dejéis nada de él para el día siguiente!”

Cuando los Ben el Israel se despertaron a la mañana siguiente, notaron hordas y hordas de enormes gusanos deslizándose fuera de las tiendas de Datán y Avirám y comenzando a arrastrarse hacia las tiendas de los Benei Israel. Datán y Avirám habían almacenado algo de man durante la noche, desconfiando de la promesa de Moshé de que el milagro del man se reiteraría el próximo día. Hashem hizo pública su acción clandestina causando que su man decayera y se tornara lleno de gusanos. 199

Su acción fue considerada una de las Diez Pruebas con las cuales los Benei Israel probaron a Hashem en el desierto.200

Moshé estaba enojado con Datán y Avírám, y como resultado, él olvidó instruir a los Ben el Israel en la ha ¡ajá que en el sexto día ellos eran supuestos de recolectar una cantidad doble de man, dos omrím en lugar de uno.201

En Ereo Shabat, los Ben el Israel reunieron sólo un omer de man como de costumbre. Regresando a casa, no obstante, cada uno halló que su porción se había duplicado. Los nesi’ím llegaron a Moshé para reportar este milagro. Ellos le preguntaron, “¿Cómo es este día diferente de todos los otros días?”

Moshé entonces recordó la halajá y les explicó, “En Shabat no caerá man. Esto demostrará la santidad del Shabat al mundo. Vosotros debéis por consiguiente recolectar una porción doble todo Erev Shabat. Todo cocinado y horneado para Shabat debe ser hecho en Erev Shabat.”202

El man que los Ben el Israel recolectaron en Frey Shabat para el Shabat no sólo permaneció fresco, sino el aroma del man en Shabat fue aún más delicioso y su aspecto más atractivo que durante la semana.203

Datán y Avirám nuevamente se rebelaron contra Moshé dispersando algo de man sobre la superficie del desierto antes de Shabat. Ellos querían “probar” a los Ben el Israel que man cayo también en Shabat.

En Shabat, algunas personas que carecían de emuná salieron al desierto para recolectar man, pero ellas no pudieron encontrar nada.Los pájaros habían comido todo el man que Datán y Avirám habían dispersado sobre el suelo.204 Hashem estaba enojado con las personas que habían salido al desierto para recolectar man. El reprobó a Moshé, diciendo, “¿Cuántos milagros más tendré Yo que realizar hasta que vosotros observéis Mis mitzuot y Mis enseñanzas?205 Vosotros discernisteis claramente la santidad del Shabat cuando presenciásteis el milagro de una doble porción de man cayendo en Erev Shabat para Shabat.206 ¿ Por qué entonces vosotros no guardásteis la mitzvá de Shabat que Yo os di en Mará?”

A pesar de que sólo algunos de los más bajos de entre el pueblo habían intentado recolectar man en Shabat, Hashem incluyó a Moshé y a Aharón en el reproche. El los culpó a ellos también puesto que era su deber designar guardianes para asegurarse que ninguno saliera al desierto en Shabat.207 El intento de algunos de los más bajos de entre el pueblo de recolectar man en Shabat constituye una de las Diez Pruebas con las cuales los Benei Israel probaron a Hashem.208

Hashem luego ordenó a Moshé instruir a los Ben el Israel que nadie debería caminar más lejos que una distancia de dos mil amot (aprox. 1.000 m.) en Shabat (tejum Shabat).209 Moshé prometió a los Benel Israel que Hashem los recompensaría grandemente a ellos en el futuro por descansar en Shabat. El también los eximiría de los castigos que sobrevendrían al mundo en el tiempo del Mashiaj.210

Los Ben el Israel obedecieron a Moshé y descansaron en aquel Shabat.


Lecciones Eternas del Man

Los estudiantes preguntaron a R. Shimón bar Iojai, “¿Por qué hizo Hashem caer el man del Cielo diariamente antes que hacerlo llover sólo una vez por año (y de tal modo proveer suficiente abastecimiento para un año de tiempo)?”

“Yo os explicaré esto a vosotros con una parábola,” él respondió. “Un rey sustentaba a su hijo dándole una asignación ampliamente suficiente para que ella proveyera sus necesidades para todo el año entero. El príncipe, por consiguiente, llegaba para visitar a su padre sólo una vez al año - en el día cuando sus fondos se acababan. El padre por lo tanto decidió cambiar su método. El le daría a su hijo sólo una cantidad pequeña, suficiente para cubrir sus gastos de un día. De allí en adelante, el hijo vino a visitar a su padre todos los días.

Similarmente Hashem proveyó a los Benei Israel con comida suficiente para un solo día. La cabeza de la familia entonces se preocuparía, “¡Quizá ningún man caiga mañana, y mis hijos perezcan de hambre!” Consecuentemente, los Benei Israel constantemente dirigieron sus pensamientos al Cielo. 211

Existieron dos razones adicionales por las cuales el man cayó diariamente:

Para que fuera consumido caliente.

Ahorró a los Benei Israel la carga de transportar provisiones en el desierto 212

Después de la construcción del Mishkán,213 Hashem comandó a Moshé decir a Aharón, “Pon un omer de man dentro de un frasco de barro y deposítalo frente al arón (arca). El servirá como un testigo eterno de la maravillosa manera en la que Yo sustenté a los Benei Israel en el desierto.”

El man en aquel frasco nunca se derritió o decayó; él permaneció eternamente fresco. El frasco fue preservado en el Mishkán y posteriormente en el Beit Hamikdash hasta el tiempo del Rey loshiahu, quien lo ocultó junto con las otras vasijas preciosas del Beit Hamikdash en el tiempo de la destrucción del Templo.214 El profeta Eliahu retornará en el futuro el frasco de man a K’lal Israel.215

En el tiempo del profeta Irmeíahu, cuando los Benei Israel descuidaron el estudio de la Torá, él los reprochó por su fa lía.

“Nosotros no podemos estudiar Torá,” el pueblo replicó, “¡porque debemos ganarnos la vida!” Irmeiahu entonces sacó a relucir el frasco de man que estaba almacenado en el Beit Hamikdash y lo mostró al pueblo.

“¡Ved esto!” él exclamó, señalando el man (Irmeiahu 2:31). “Vuestros padres se sumergieron ellos mismos en el estudio de la Torá, y por lo tanto Hashem proveyó para ellos. Es vuestro deber estudiar Torá. ¡Sabéd que Hashem tiene muchos agentes con los cuales proveer sustento a aquéllos que le temen a El!”216

El man sirve como una lección objetiva de que es el Creador sólo Quien provee alimento para todas las criaturas. Las personas se engañan al pensar que ellas “ganan” dinero. En realidad, ellas sólo reúnen la porción que ha sido decretada para ellas el pasado Rosh Hashaná cuando el ingreso de todas las personas fue detenninado para el año entero. Nosotros deberíamos considerar nuestra posición en este mundo similar a aquella de nuestros ancestros en el desierto. Al igual que ellos, al recolectar el man, eran plenamente conscientes del hecho de que su porción les había sido suministrada por el Cielo, así debemos nosotros comprender que nuestro ingreso ha sido apartado para nosotros por l-Iashem. Y al igual que nuestros ancestros recolectaron su ración por sólo aquel día, así un Judío no debería esforzarse hacia la acumulación de riqueza. En cambio, él debería satisfacerse a si mismo con recolectar sus necesidades mínimas para el día, y emplear el resto del tiempo en el estudio de la Torá, como nuestros Sabios aconsejaron, “¡ Minimizad los negocios y ocupáos vosotros mismos con Torá!”

Hashem tiene un tremendo excedente de comida almacenado para nosotros, como El lo demostró cuando proveyó un exceso de man que formó una pila de sesenta amot de alto. El hecho de que las personas no obstante carezcan de sustento es un resultado de sus propias fallas. Nuestros pecados forman una barrera que nos impide recibir la gracia que Hashem desea conceder a la humanidad.

No tiene sentido que el ser humano, que es el solo propósito de la Creación, emplee la mejor parte de su vida ganando su sustento con gran pena y esfuerzo. Nuestros Sabios dijeron (Kidushin 82a), “¿Visteis alguna vez a un león que tuviera que volverse portero para ganarse la vida, un ciervo un granjero, o un zorro un almacenero? No obstante a pesar de que ellos no pueden dominar ningún oficio, Hashem provee para ellos.”

¿Por qué entonces debería el ser humano, que es superior a todas las otras criaturas, emplear su vida en la persecución de pa rnasá?

Es sólo a causa de sus pecados que el hombre ha perdido su especial posición en la Creación y está forzado a esforzarse a si mismo por su sustento. ¡ Dejémoslo a él por tanto implorar a su Creador que lo asista en hacer teshuvá!”217

Los Benei Israel comieron el man durante la totalidad de los cuarenta años en el desierto.*

Los Benei Israel Desafían a Hashem en el Lugar Masa U’Merivá

Los Benei Israel viajaron en el desierto de Sinaí y arribaron en Refidím, donde no había agua. Ellos fueron castigados de este modo por Hashem por haber hecho caso omiso de Su advertencia de no recoger man en Shabat.218


Esta vez su sed era insoportable, y ellos sufrieron aún más que en Mará.219 Los elementos más débiles de entre ellos220 por consiguiente se quejaron a Moshé, “¡Dános agua que nosotros podamos beber!” Su reacción es considerada una de las Diez Pruebas con las cuales los Benei Israel probaron a Hashem en el desierto.221 Afligidos por la sed, los más bajos de entre ellos refunfuñaron contra Moshé, diciendo, “¿Por qué nos sacásteis de Egipto para matarnos a nosotros, a nuestros hijos y a nuestro ganado de sed?” El pueblo se quejó sólo a Moshé, pero no a Aharón, que era popular por sus incontables intentos de hacer paz entre la gente.222

Moshé clamó a Hashem.

“Si yo me quejo a Ti acerca de los Benei Israel,” él dijo, “incurriré en la pena de muerte puesto que Tú me ordenaste ser paciente con ellos. Mas si yo permanezco en silencio ellos me lapidarán, porque están grandemente afligidos por la sed.¡ Entre Tú y ellos, yo por consiguiente estoy predestinado a morir!223” A pesar de que el pueblo discutió con él, Moshé no se refrenó de orar a Hashem a su favor.224

Hashem ordenó a Moshé, “¡No calumnies a Mis hijos, insinuando que ellos te lapidarán. Pasa frente a la gente, y nosotros veremos si alguien te ataca aún verbalmente!225 Toma tu bastón y golpea la roca sobre Har Joreb, partiéndola. Agua saldrá a borbotones, y el pueblo podrá tomar. Lleva a los Ancianos contigo para atestiguar que la roca que tú golpees no contenía previamente fuentes de agua.”226

Hashem comandó a Moshé realizar este milagro con su bastón porque los Benei Israel habían alegado que Moshé usaba su bastón solamente con propósitos destructivos. “Este bastón causó las Diez Plagas a los Egipcios en Egipto, y Diez más en el 1am Suf,” ellos acusaron. Hashem por consiguiente ordenó a Moshé emplear aquel mismo bastón para producir agua de una roca.227

Después de ello, esta roca proveedora de agua milagrosamente acompañó a los Benei Israel a lo largo de todos sus viajes en el desierto. Conocida como “el Manantial de Miriam,” la roca proveyó agua en el desierto hasta el fallecimiento de Miriam.228

Hashem nombró al lugar donde los Benei Israel demandaron agua, “Masa U’Merivá,” ya que allí los Benei Israel habían desafiado a Hashem: “Nosotros serviremos a Hashem sólo si El está en nuestro medio.” Esto implicaba que ellos deseaban ser provistos de una fuente continua de agua, lo mismo que el man caía para ellos regularmente. Hashem concedió su pedido dándoles el Manantial de Miriam.229

Amalek Ataca

La nación de Amalek, descendientes de Esav, llevaban un hondo odio arraigado profundamente contra los Judíos. Ellos consideraban su deber tomar venganza por su antepasado Esav en los descendientes de Iaacov. Como el mismo nombre “Amalek” denota, ellos estaban sedientos de sangre Judía. (Amalek es un compuesto de am lak /el pueblo que vino a lamer sangre.)230

Tan pronto como los Benei Israel abandonaron Egipto, los amalekím sugirieron a las otras naciones, “¡Unios a nosotros en un ataque contra los Judíos!” Como resultado, todas las naciones se congregaron mientras los Benei Israel cruzaban el 1am Suf. Hashem, no obstante, las hizo a todas impotentes, y ellas fueron incapaces de dañar a los Ben Israel. Luego de presenciar los milagros de keriat 1am Suf, el resto de las naciones tembló y no osó atacar. Amalek entonces sugirió a las otras naciones, “¡Nosotros los amalekím atacaremos a los Benei Israel! Si ellos nos vencieran nosotros huiremos, pero sí somos victoriosos sobre ellos, entonces venid y unios a nosotros en nuestra batalla.”231

Amalek esperó una oportunidad para atacar, pero Hashem protegió a K’lal Israel mientras ellos le fueron leales a El. Amalek no tenía poder sobre ellos, excepto sobre individuos pecadores. Estos eran expelidos del Campamento por las Nubes de Gloria, y eran forzados a viajar fuera de las Nubes. Ellos eran asesinados por Amalek.232

Después de que los Benei Israel pecaran en Masa U’Merivá, las Nubes de Gloria ya no los protegieron.233 La razón de esto puede ser ilustrada por una parábola:

Durante su viaje íntegro, el padre cargaba a su hijo sobre sus hombros. Mientras su niñito disfrutaba del paseo, advirtió algún objeto tentador en la vidriera de un negocio. “¿Podrías por favor comprármelo? él preguntó a su padre. El padre lo compró para él. Mientras ellos viajaban más lejos, el niñito advirtió más y más cosas que deseaba, y su padre cumplió todos sus deseos. Más tarde, el niñito vio a un amigo de su padre caminar próximo y lo llamó, “¿Habéis vos visto a mi padre? ¡Yo no sé dónde está!


“¡Tú tonto!” exclamó el padre. “Yo te estoy cargando sobre mi hombro en este preciso momento; estoy cumpliendo todos tus pedidos, ¿y tú inquieres dónde estoy?” El padre inmediatamente echó a su hijo fuera de su hombro, y un perro vino y lo mordió.

Similarmente, Hashem proveyó a los Benei Israel en el desierto con todas sus necesidades; El los rodeó con siete Nubes de Gloria y les dio el man y las codornices. No obstante después de ello ellos lo desafiaron en Masa U’Merivá, preguntando, “¿Está Hashem en nuestro medio o no” (Shemot 17:17)? Respondió Hashem, “¡Si vosotros dudáis de Mi presencia, Yo os dejaré tranquilos y el perro vendrá y os morderá!” Hashem entonces permitió a Amalek atacar.234

Moshé ordenó a Iehoshúa, “¡Escoge para nosotros hombres fuertes y temerosos de Di- s para pelear contra Amalek, y llévalos a combatir fuera de las Nubes de Gloria!”235

De las palabras de Moshé, “Escoge para nosotros hombres,” nosotros aprendemos que un maestro debiera mantener el honor de su discípulo tan caro como el suyo propio, porque Moshé igualó a su discípulo Iehoshúa consigo mismo.236

Moshé no fue a guerrear él mismo, prefiriendo que Iehoshúa condujera la batalla puesto que Iehoshúa era un descendiente de la Tribu de Iosef quien poseía el poder para combatir a Amalek.237 No obstante, Moshé fue castigado por Hashem por pasar la mítzvá a otro en lugar de cumplirla él mismo. Como resultado, sus manos se tornaron pesadas cuando él las sostenía en alto en el curso de la batalla.238

Moshé anunció que él declararía al día siguiente un día de ayuno.239 El asistiría a Iehoshúa en su lucha parándose en la cima de la colina y alzando sus manos en plegaria a Hashem. “Yo conduciré la guerra Arriba, y tú la conducirás abajo,” él dijo a Iehoshúa.240 “¡Yo estoy seguro de que Hashem realizará milagros para nosotros en el mérito de nuestros patriarcas y matriarcas!”241

Iehoshúa fue a luchar, mientras Moshé ascendió a la cima de la colina junto con Aharón y Jur. Moshé les pidió que lo acompañaran porque en tiempo de peligro, una persona necesita un gran número de méritos para ser salvada. Aharón poseía el mérito de la kehuná y Jur, el mérito de la majestad (puesto que él era de la real Tribu de lehudá) 242


Moshé tomó su bastón consigo, rogándole a Hashem, “Señor del Universo, con este bastón Tú guiaste a los Benei Israel fuera de Egipto; con él Tú partiste el Iam Suf. ¡Al igual que Tú realizaste milagros con este bastón en el pasado, yo te ruego, házlo nuevamente ahora, aún silos Benei Israel no son dignos!”243

Moshé alzó sus manos haciendo tefilá. Siempre que sus brazos estaban levantados, los Benei Israel prevalecían, mas cuando ellos se debilitaban, Amalek prevalecía. Las manos de Moshé caían siempre que los Benei israel dejaban de dirigir completamente sus corazones a Hashem.244 Moshé pronto sintió que sus manos se hacían más pesadas como si dos barras de hierro colgaran de ellas.245 El ya no pudo sostenerlas en alto. Esto se debía al pecado de K’lal Israel de haber desafiado a Hashem en Masa U’Merivá246 tanto como por la falla de Moshé de dejar de salir a combatir él mismo.247*

Una piedra fue traída para Moshé, y él se sentó sobre ella mientras Aharón y Jur sostenían sus manos. Mientras duraba la guerra, Moshé se rehusó a sentarse sobre una almohada como símbolo de su participación en el dolor de K’lal Israel.

La función de Moshé era como un sheliaj tzibur que conduce las tefilot de la congregación. Todos los Benei Israel salieron de sus tiendas para orar. Siempre que ellos lo veían caer sobre sus rodillas, ellos caían sobre sus rodillas. Si él caía al suelo en plegaria, ellos hacían de igual modo.249

En el curso de esta guerra, Moshé comandó al sol permanecer quieto en el cielo, y como resultado, su reputación se esparció por todo el mundo entero.250 Los amalekím habían calculado por astrología a qué hora ellos derrotarían a los Judíos. Moshé, a pesar de ello, confundió sus cálculos cambiando la posición de las constelaciones 251

Moshé y todo K’lal Israel ayunaron todo el día e imploraron al Todopoderoso concederles victoria. Finalmente, Iehoshúa ganó el combate. Al comando de Hashem, él descabezó a los guerreros de Amalek, dejando con vida sólo a los amalekím débiles.252**

Hashem dijo a Moshé, “Registra en la Torá que el pueblo de Amalek poseyó el descaro de atacar al pueblo Judío después de ietziat Mitzraim, y por consiguiente ellos fueron destruidos por Mí. Que esto sirva como advertencia para todos aquellos que ataquen a Mí pueblo que ellos también serán castigados por sus acciones midá­kenegued- midá.253

“Amalek será aniquilado de este mundo, y aún del mundo por venir.254 Transmite el mensaje a Iehoshúa (que traerá a los Benei Israel a la Tierra255) que Yo extermínaré totalmente a Amalek. Yo destruiré a Agag y Hamán de entre sus descendientes. En el tiempo del Mashíaj no habrá recuerdo dejado de Amalek.”256

Moshé construyó un mizbéaj para conmemorar la milagrosa guerra contra Amalek y lo llamó, “Hashem-nissi, aquí Hashem realizó un milagro para nosotros. “257 El exclamó, “ Hashem jura que mientras existan reshaím (malvados) en el mundo, Su Nombre y Su Trono están incompletos. ¡El declara guerra sobre Amalek por todas las generaciones hasta la llegada del Mashiaj!”258

Fuente: El Midrash Dice – Libro de Shemot – Editorial Bnei Sholem – Páginas 105 a 147

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