domingo, 21 de febrero de 2010

Parashá Tetzave

----------------------------------------------------------------------------------- Parashá Zajor

Resumen Parashá Tetzave

Aharón y sus hijos, Nadav, Avihú, Elazar e Itamar, fueron elegidos para actuar como cohanim (sacerdotes). Una de sus tareas era de mantener la menorá continuamente encendida en el Santuario. El aceite para las lámparas era facilitado por los miembros de la comunidad en general. Mientras oficiaban en el Santuario, los cohanim debían usar vestimentas especiales. Aharón, como Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), debía vestirse con ropas especialmente distintivas, confeccionadas por hábiles artesanos.

La investidura de Aharón y la de sus hijos fue confirmada por una cantidad de actos simbólicos. Aharón fue presentado con sus vestimentas por Moshé, y ungido con aceite. A esto siguió la investidura de los otros cohanim. Varios sacrificios fueron llevados al Santuario, puestos en las manos de los sacerdotes, agitados ante el altar y finalmente quemados para simbolizar el derecho de los cohanim a ofrecer sacrificios. Estos ritos repetidos diariamente durante siete días.

Entre otras obligaciones, los sacerdotes tenían la de de traer diarimente una ofrenda quemada de un cordero, en la mañana y al anochecer, en nombre de toda la comunidad judía.

En la porción de la Tora que leemos esta semana, Moshe se encarga de prepararle a su hermano Aharon y sus descendientes cada detalle de la tarea del sacerdocio. Cada detalle de este complejo trabajo se explica en esta parasha. Y aunque Moshe está a cargo de establecer la administración y el orden de este servicio, su nombre no aparece en esta parasha.

Nuestros sabios explican la razón de esta omisión: cuando HaShem amenazó destruir a Su pueblo, Moshe imploró para que no lo haga: "Y ahora por favor perdona el pecado de este pueblo, pero si así no sucede, borra ahora mi nombre de Su libro que ha escrito" ( Éxodo 32:32). Como todos sabemos, la súplica de Moshe fue aceptada y el pueblo judío fue perdonado. Pero el comentario de Moshe no quedo en la nada… pues su nombre fue omitido en la porción de la Tora Tetzave. Así fue como las palabras del tzadik (justo) se cumplieron. Pero la pregunta obvia es ¿por qué en esta porción?.

Aunque esta columna semanal no acostumbra a discutir la etimología o numerología del idioma hebreo, me gustaría mencionar algo que una vez escuche en nombre de Rab Ovadiah Yosef. La súplica de Moshe “borra ahora mi nombre de Su libro que ha escrito" puede explicarse del siguiente modo: La palabra sifraj - "Su libro" se puede descomponer en dos partes: sefer=libro, jaj = veinte, es decir que la palabra sifraj - "Su libro" son en realidad dos palabras que compuestas significa “el vigésimo libro”.

Así es que Moshe fue omitido en esta porción, la parasha Tetzaveh que justamente es la vigésima porción de la Torah.


Pero seguimos sin explicar por qué esta omisión sucede en Tetzaveh y no en ninguna otra parasha. ¿Por qué no omitir su nombre en las porciones que hablan sobre los pecados o las calamidades de la insurrección? ¿No sería
esa una mejor elección para tal omisión? ¿Por qué Moshe es omitido en la perasha en la cual el mismo le da a Aharon todo el honor y la gloria del Sacerdocio?.

El Rav Yitzchak Blaser estaba una vez sentado, participando en una reunión de los sabios más prominentes de su generación, que tuvo lugar en la ciudad de San Petersburgo. Entre los sabios estaba sentado el Rab Yosef Dov HaLevi Soleveitchik, el genio talmúdico de Brisk.

El Rab Soloveitchik hizo una pregunta al grupo de sabios que le había sido formulada por su joven hijo, el Reb Chaim. Después de hacer la pregunta, se desato una caliente discusión en la que cada uno de los rabinos ofreció su propia respuesta, refutando el resto de las opiniones. Durante todo este debate, el Rab Blaser, un verdadero genio del Talmud, se mantuvo sentado silenciosamente.

El no abrió la boca, ni expreso aprobación o desaprobación a ninguna de las respuestas ofrecidas por los Rabinos. Cuando el Rab Soleveitchik finalmente ofreció su propia respuesta, el Rab Blaser se mantuvo quieto calladamente….Pareció como si no comprendiera la profundidad de la discusión, como si no merecía pertenecer a ese prestigioso debate.


Desorientado, el Reb Yosef Dov comenzó a dudar acerca del hasta entonces “renombrado” Rabino Blaser. “Era realmente merecedor del titulo de erudito notable que todo el mundo le adjudicaba?", él se preguntó.

Esa misma noche, el Rab Soloveitchik estaba en la sinagoga principal hojeando unos libros, cuando se topo con el libro "Pri Yitzchok," un volumen llenó de exégesis Talmúdica del mismísimo Rab Blaser. Después de hojear el volumen, vio que todo el debate de esa tarde, la misma pregunta que su hijo formulo así como las diferentes respuestas y la resolución final, eran parte de un capitulo de ese libro que el Rab Blaser había publicado años atrás. ¡"Ahora me doy cuenta," pensó el Rab Soleveitchik, "que el Rab Blaser es tan grande en su modestia como lo es en el conocimiento de la ley
Talmúdica!"

Nuestros sabios nos dicen que Moshe debía haber sido el Kohen Gadol (Sumo sacerdote) pues era el líder de la nación judía. Pero Moshe se negó a aceptar el titulo de Kohen Gadol. En su lugar, HaShem le dio el honor a su hermano Aharon.
Muchos de nosotros creemos que somos los responsables de los éxitos…. ¡Cuántas veces decimos "yo le conseguí ese trabajo!" o "yo podría haber estado en su posición!", o "yo funde esa compañía! o “esa fue mi idea!".


Moshe, también, podría haber dicho que fue el quien llevo a Aharon a la gloria -especialmente después de lo que sucedió con el Becerro Dorado. En su magnífica modestia, Moshe hizo todo lo contrario. Moshe no quiso disminuir la gloria de Aharon de ninguna manera. Él quiso que las luces brillen sobre Aarón. Por lo tanto, en la porción en la cual Moshe conduce y guía a Aarón hacia el sacerdocio, su nombre es omitido.

Uno de los atributos de la verdadera humildad es poder permitir que los demás brillen y tengan su momento de gloria sin aclarar o anunciar nuestro papel y responsabilidad en aquel triunfo. Los más sabios maestros, educadores y padres, los mejores amigos o compañeros de trabajo saben compartir los triunfos y dejar que el otro tenga su momento de brillo y gloria. Ellos saben exactamente cuando hay que figurar o ser omitido de la historia.

(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Resumen de Haftarat Tetzave

Iejezkel (Ezequiel) 43:10 - 27

Para la haftará de parashat Tetzavé ha sido seleccionada una sección del libro del profeta Iejezkel (s. V a.e.c.), en la cual encontramos que D'os le muestra al profeta cómo será el tercer Templo de Jerusalem.

"Tú, ser humano, describe para la casa de Israel la Casa, y que se avergüencen de sus transgresiones, y medirán el diseño. Y si se avergonzarán de todo lo que han hecho: sobre la forma de la Casa y su disposición, sus salidas, sus entradas, y todos sus diseños, y todas sus leyes, todos sus diseños y todas sus reglas habrás de informarles; y escríbelo a ojos de ellos, para que comprendan toda su forma y todas sus leyes y las cumplan" (43:10-11).

El profeta Iejezkel debía contarles a los hijos de Israel como será la Casa de D'os, es decir, el futuro Templo de Jerusalem que jamás será destruido. De esta manera, al ver la benevolencia de D'os al no rechazarlos a pesar de sus pecados, ellos se avergonzarán y se arrepentirán de los pecados que provocaron la destrucción del segundo Templo, y prepararán los detalles de la construcción del templo futuro, para poder materializarla. Pero ¿cuándo es que esto ocurrirá? o algo más importante: ¿cómo es que eso ocurrirá?

De las palabras del Malbim (Rabí Meir Leib Ben Iejiel Mijal, 1809 - 1879), en su comentario al libro, podemos aprender que estas dos preguntas en realidad son una sola, y la respuesta está insinuada en el lenguaje que utilizó D'os al ordenarle al profeta Iejezkel su misión.

Las palabras "hagued et bet Israel et habait" que tradujimos como "…describe para la casa de Israel la Casa…", presentan una forma extraña en hebreo, ya que en todo el Tanaj (Biblia) encontramos que generalmente después del verbo "lehaguid" siembre aparece la palabra "el", y en nuestro versículo debería haber estado escrito "hagued el bet Israel et habait". Sin embargo, "hagued et bet Israel et habait" literalmente se podría traducir como: "…describe para la casa de Israel, para la Casa…", y es como si D'os le hubiera ordenado al profeta Iejezkel que describa para el pueblo de Israel - que ellos mismos son la Casa de D'os - toda la forma de la construcción del tercer Templo.

Es por eso que el Malbim nos explica que D'os le ordenó al profeta que le diga a los hijos de Israel que él vió el Templo construido completamente delante de D'os, pero los pecados de ellos impedían que éste sea reconstruido, es por eso que ellos se debían avergonzar por todos sus pecados apresurándose en hacer teshuvá (arrepentirse), pues solamente de esa manera el Templo futuro podrá ser visto sobre la tierra con toda su gloria y todo su esplendor.

Entonces el pueblo de Israel medirán su diseño, pues la forma de la Casa de D'os y los detalles de su construcción, encierran grandes secretos espirituales que nos enseñan respecto del comportamiento de D'os por el pueblo de Israel mediante Su providencia particular para con ellos, una providencia y una supervisión que no depende del mundo exterior sino solamente de la casa interna, es decir del alma que cada judío debe construir dentro de él a semejanza del gran Templo de Jerusalem, sirviendo a D'os mediante el cumplimiento de la Torá y las mitzvot así como se hacía en el Templo.

Y de esa manera se elevará el alma de la persona hacia D'os santificándose, pues la reconstrucción del Templo de Jerusalem dependía de la reconstrucción del Templo interno de cada uno de los componentes del pueblo de Israel, y es por eso que D'os le ordenó al profeta Iejezkel: "hagued et bet Israel et habait" - "describe para la casa de Israel, para la Casa", pues en verdad los hijos de Israel son la Casa de D'os y la Casa depende solamente de ellos.

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Perla de la Parashá Tetzave

"Y tú ordena a los hijos de Israel…" (Éxodo 27:20).

En nuestra parashá no aparece ni una sola vez el nombre de Moshé Rabenu, a pesar de que desde el comienzo de parashat Shemot, donde es relatado su nacimiento, y hasta el final de nuestro libro aparece su nombre en todas las parashot. Pero lo que más llama la atención es que esta parashá generalmente se lee en la semana que tiene lugar la fecha de nacimiento y muerte de Moshé Rabenu - el siete de Adar.

Nos explica el Rav Zalman Sorotskin que los Sabios que fijaron el orden de las parashot en el año, quisieron remarcar la singularidad de la fe de nuestro pueblo, que no colocó a su conductor, al hombre de D'os, en el centro de la escena y del servicio al Creador. Esto no es así en otras creencias que fijaron sus fiestas en las fechas de nacimiento o fallecimiento de su líder y dirigente, como si toda esa religión fuera solamente en su honor.

Pero así no es la fe de nuestro pueblo, sino todo lo contrario. Precisamente en la semana que tiene lugar la fecha del nacimiento y la muerte de Moshé Rabenu, nosotros no recordamos en absoluto su nombre en la parashá de esa semana. Y no sólo eso sino que si lo Sabios del Talmud no hubieran calculado la fecha de su fallecimiento nosotros no la conoceríamos, pues en la Torá no está recordada en absoluto.

Por el Rav Moshé Itzjak Botbol

* * *

"Y tú ordena a los hijos de Israel que tomen para ti aceite de olivas puro…" (Éxodo 27:20).

En esta parashá encontramos que D-os le ordena a Moshé obtener aceite de oliva para la Menorá. D-os le instruye que las primeras gotas de aceite que sean extraídas de cada aceituna sean para la Menorá y las restantes se utilicen en las Menajot (ofrendas de harina preparadas con aceite de oliva).

Esto nos enseña que nuestros esfuerzos en la vida deben ser, primero, para lo espiritual y después para lo material.

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