sábado, 13 de febrero de 2010

Parashá T’ruma

Resumen Parashá T’ruma

HaShem ordenó a Moshé que construyera un Mishcán (Santuario) que simbolizara Su presencia entre el pueblo y que fuera conforme al modelo Divino. Para erigirlo, se pidió a los benei Israel que aportaran voluntariamente metales preciosos, telas, pieles, lana, aceite, especias, incienso y piedras preciosas.

El santuario consistía de un Jatzer (patio exterior) que contenía el altar para quemar ofrendas, la jofaina usada por los cohanim (sacerdotes) y el Tabernáculo, que estaba dividido en dos cámaras por una cortina. La cámara exterior fue denominada Kodesh (lugar sagrado), la menorá (candelabro) y el mizbeaj haktóret (altar del incienso). La cámara interior fue llamada Kodesh Hakodashim (Sanctasanctórum).

A ella entraba únicamente el Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), y sólo en Iom Kipur. Allí estaba el Arón (Arca), el más sagrado de los objetos del santuario. El Arón contenía la dos tablas de piedra en las que estaban grabados los Diez Mandamientos. Fue desde el Arón que D-s reveló, por medio de Moshe, Sus mandamientos a los benei Israel. Las instrucciones para fabricar todos los utensilios y construir el edificio para el Mishcán son detalladas minuciosamente.

Hay un comun denominador en los tres objetos claves que se colocan visiblemente en el Mishkan (Tabernaculo). El Aron Kodesh, que contiene las Tablas de la Ley ( conocido como Los Diez Mandamientos); el Mizbeach HaZahav (el Altar de Oro para el Incienso); y el shuljan (la mesa). El comun denominador es que a todos se los adorna con un "zahav zair", una corona de oro que rodea al objeto por completo.

Primero se les ordeno a los judios hacer un Arca. "Lo cubriran con oro puro, por dentro y por fuera, y haran una corona de oro a su alrededor" (Exodo: 25 11). Luego se les ordena construir un altar dorado para ofrecer el incienso, donde tambien deben hacer una corona a su alrededor. En referencia a ese altar, la Tora dice: "Lo cubriran con oro puro, su techo y sus paredes y por todas partes, y lo cubriran con una de corona oro por todas partes (Exodo 30:3).

Pero cuando son ordenados hacer el shuljan, la mesa que contiene el lechem hapanim (Mesa del Pan de la Proposicion), la orden de hacer una corona toma un significado diferente. La Tora define a esta corona como “guarda o proteccion” mas que una corona. Dice el versiculo: "Haran una mesa de madera de acacia, de dos codos su longitud, de un codo su anchura, y de un codo y medio su altura.

La cubriran con oro puro, y pondran una corona en su alrededor." Pero en este ultimo objeto, usa una palabra que personifica la funcion de la corona: haran una frontera a su alrededor, haran una corona de oro para protegerlo por todas partes" (Exodo 25:25). La corona mas que un ornamento es una valla de contencion, que personifica a las Tablas.

¿Por que la corona del shuljan es diferente a la corona que adorna al arca y el altar? ¿Por que necesita el shuljan una corona que sirva de proteccion, de defensa y no las otras?

El Rebbe Dovid de Lelov, un alumno del Maestro de Lublin, cierta vez fue a Zelin a visitar a su amigo, el Rab Dovid de Zelin. Al oir que el Rebbe de Lelov lo iba a visitar, el Rab Dovid de Zelin imploro a su esposa que horneara algo especial. La pobreza de la pareja era muy grande... la pobre mujer apenas tuvo harina y aceite para hacer algunas pocas galletas. ¡Apenas probo estas modestas galletas, el Rebbe exclamo: "Estos bizcochos son sinceramente excepcionales!" Pensando que lo habia dicho por compromiso, la esposa tomo los cumplidos como una apreciacion a su esfuerzo.

Pero semanas mas tarde, ella se encontro con la esposa del Rebbe de Zelin. "Me tiene que contar como hizo esas galletas que sirvio a mi esposo. ¡Jamas en mi vida le he oido que alabar alimentos, pero debo decirle que no paro de alabar las galletas que comio en su hogar!" La respuesta de la mujer fue muy sincera: "No habia ninguna receta.

Cuando yo oi que el Tzadik de Lelov venia a mi casa, me di cuenta que no tenia nada para servirle. HaShem sabe que si tuvieramos los medios, hubieramos hecho un banquete. Pero la verdad es que no tenemos los medios... Por eso le pedi a HaShem que concediera Su bondad y le otorgue el sabor del Gan Eden (paraiso) a las galletas"
"Sus oraciones fueron contestadas", le dijo la esposa del Rebbe de Lelov. ¡ "Mi esposo me dijo que esas galletas tenian el sabor del Gan Eden!"

La Tora nos dice que el Arca, que representa la Tora, debe tener una corona. Cuando uno estudia Tora, crea una corona que rodea el Arca. El Altar, que representa el servicio de HaShem, tiene tambien una corona. Los que sirven a HaShem son merecedores de una Corona: la Corona de la Avodah (servicio a D-s). Pero cuando vemos la corona de del shuljan , de la mesa, cuando bajamos al plano terrenal, a las cuestiones mundanas de la vida cotidiana, la corona sirve de un proposito diferente: la corona es la necesaria proteccion de los peligros que nos rodean y puede transformar una simple mesa en un Shuljan Santo!

Cuando analizamos las cosas de todos los dias, es nuestro deber poner esa corona de kedusha (santidad), esa defensa que nos rodea y nos guarda de los riesgos que nos rodean. Si logramos poner esa valla de proteccion y contencion, estaremos poniendo un aura de espiritualidad en nuestras vidas que podran transformar nuestras mas sencillas y mundanas galletas en el mas delicioso y sagrado banquete. La corona del Shuljan es mucho mas que un adorno: la Tora lo llama un “misgeret’, una valla que nos protege y nos coloca dentro de las fronteras de la corona del Todopoderoso.

Que HaShem nos permita poner esa valla que corone nuestras vidas con kedusha para poder servirlo estudioando Su Tora.

(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Resumen de Haftarat T’ruma

Melajim I (I Reyes) 5:26 - 6:13

En la haftará de esta semana, se nos relata acerca de la construcción del primer Templo de Jerusalem a manos del rey Shelomó - 480 años después de la salida de Egipto, es decir en el año 833 a.e.c.

Al comienzo de la haftará, se detalla la situación política existente entre el rey Shelomó, y quien le había suministrado la madera necesaria para la construcción del Templo: Jiram - el rey de Tzor (Tiro).

"Y D'os le dio sabiduría a Shelomó - como le había dicho, y hubo paz entre Jiram y entre Shelomó, y concertaron los dos un pacto" (5:26).

Los comentaristas destacan el hecho de que nuestro versículo relaciona dos cosas aparentemente desconectadas: la sabiduría de Shelomó por un lado, y la paz y el pacto entre éste y Jiram, por el otro. Ellos dicen que la paz de Jiram con Shelomó no era una consecuencia de la amenaza que las fuerzas armadas de Shelomó representaban para él, así como había ocurrido con David - su padre, con quien él también había hecho la paz.

En realidad, el texto nos dice que Jiram deseaba hacer la paz y estar cerca del rey Shelomó, únicamente por su gran sabiduría y no por miedo ante un enfrentamiento bélico o algún otro motivo. Él amaba la sabiduría y más aún la sabiduría que D'os implantó en el rey Shelomó, y es por eso que lo amaba.

Pero… ¿por qué el texto nos cuenta este detalle aparentemente superfluo? Tal vez, para enseñarnos que así como este hombre que no pertenecía al pueblo de Israel amaba la Sabiduría Divina y a los hombres que la poseían, así también debemos hacer nosotros tratando de apegarnos a los Sabios de la Torá y a sus enseñanzas. En palabras de Rabí Eliézer Papo (1785 - 1824) en su libro "Pele Ioetz":

"Existen dos tipos de amor hacia el otro: el primero - el amor que es una consecuencia del amor que la persona siente por sí misma. Este tipo de amor se sentirá cuando el hombre se dé cuenta de que el ser humano suele amar a las personas de las cuales recibe algún beneficio, por más ínfimo que sea, y con mucha más razón si es un gran beneficio…

Y existe otro tipo de amor que proviene del intelecto, y se llama el amor a lo supremo. Pues quien posee un sano pensar, quien conoce y reconoce la grandeza del hombre completo y su corazón desea lo completo, siente un amor intenso por el hombre completo a causa de su integridad…" (tema: "El amor a D'os").

Perla de la Parashá T’ruma

"Habla a los hijos de Israel y que tomen para Mí una ofrenda" (Éxodo 25:2).

Entre la entrega de la Torá relatada en parashat Itró y nuestra parashá, donde figura la orden de la construcción del Mishkán (el Santuario del desierto), se encuentra parashat Mishpatim, en la cual figuran sólo leyes que relacionan a los hombres entre sí, y entre todas ellas, muchas leyes monetarias.

De esto podemos aprender - nos enseña el Rav Iosef Dov Haleví Soloveitchik, el autor del libro "Bet Haleví" - que antes de dar tzedaká (caridad) y demostrar su gran bondad, la persona debe estar completamente segura de que su dinero está totalmente limpio de cualquier posible acusación de robo o demás tramoyas comerciales (retraso del sueldo de sus empleados, etc.), pues de no ser así esa caridad no servirá para nada y no será considerada una mitzvá.

Y es por eso que antes de parashat Terumá, donde D'os pide que el pueblo done para la construcción del Mishkán, figura parashat Mishpatim con sus leyes comerciales

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